Un 27 de mayo pero de 2009, Lionel Messi marcaba uno de los goles más recordados y recientemente elegido por él como el mejor de su carrera. Fue en Roma, en la final de la Champions League, y nada menos que ante el Manchester United de Cristiano Ronaldo.
Aquella noche, el Barcelona de Pep Guardiola le ganaba 2-0 al conjunto inglés, se coronaba campeón de Europa y lograba el histórico Triplete. El primer tanto lo había convertido Samuel Eto’o. Pero el segundo… fue de Leo, y quedó grabado para siempre.
Corría el minuto 70. Xavi levantó un centro quirúrgico y, contra todos los pronósticos, Messi —de 1,70 metros— se elevó en el área como si tuviera alas. Cabeceó con precisión, superó a Van der Sar y desató el delirio culé en el Estadio Olímpico. Un gol que no solo selló el resultado, sino que marcó un antes y un después.
Días atrás, en una entrevista, el propio Messi sorprendió al elegir ese gol de cabeza como el mejor de su carrera. No por espectacular, sino por todo lo que significó: una final, un clásico europeo, una Champions y un equipo inolvidable.
16 años después, el recuerdo sigue intacto. Porque ese día en Roma, Messi no solo hizo historia… la escribió con la frente.
¿Vos también lo recordás como el mejor?
