Bien Aceitados: Desbaratan banda de asaltantes, se especializaban en celulares
Un par se dedicaba a robar, un adolescente a desbloquear teléfonos y un cuarto guardaba y comercializaba el botín.
El jueves 26 de mayo cerca de las 22, Diamela Pereyra fue interceptada por dos ladrones en la calle Ameghino de Villa Mercedes. Los delincuentes la tiraron de su bicicleta y, ya en el piso, la golpearon para llevarse su celular y el rodado, una mountain bike marca SLP.
Ese hecho fue el hilo que llevó a los investigadores de la Comisaría 10ª a descubrir a una banda de cuatro personas que operaban en conjunto: dos cometían los asaltos, un adolescente con conocimientos técnicos desbloqueaba los teléfonos y computadoras robados y otro hombre acopiaba los botines en su vivienda y se encargaba de comercializarlos en redes sociales.
El jueves apresaron a dos, apodados “El Mono” y “El Lechuzo”, que continuarán detenidos con una prórroga de 4 días tras ser imputados el viernes por el robo a Pereyra y otras dos causas.
La joven asaltada en mayo, que tiene 21 años y es estudiante, denunció que quienes le robaron se movilizaban en una moto 110 negra y que uno tenía ropa oscura y actuó encapuchado. Esa persona fue quien la golpeó en el pecho cuando su teléfono Redmi Note 8 se atascó en el bolsillo de su campera y que finalmente se llevaron junto a su bicicleta.
Secuestro. Parte de los teléfonos incautados en la casa de «El Lechuzo».
La investigación comenzó con el análisis de cámaras de seguridad que registraron el hecho, luego con entrevistas y con búsquedas en redes sociales. “Conforme avanzamos establecimos que podríamos estar en presencia de una banda delictiva con un modus operandi”, explicó el comisario Pedro Alaniz, jefe de la seccional 10ª.
Los primeros en ser identificados fueron Jonathan Ezequiel Ortigoza, alias “El Lechuzo”, de 27 años, y Jorge Rubén Sánchez, alias “El Mono”, de 30. No obstante ello, el primer allanamiento se focalizó en otro miembro de la banda: un adolescente de 16 años que vive en calle Zoilo Concha.
El miércoles 1º de junio una comisión policial requisó el domicilio del chico y encontró la funda del teléfono de Pereyra. En la morada había además gran cantidad de teléfonos y computadoras desarmadas, lo que reforzó la hipótesis de que allí se hacía “la liberación de telefonía celular y desbloqueo de otros artefactos electrónicos”, mencionó Alaniz.
En los días que siguieron, la Policía vigiló los domicilios de Ortigoza, Sánchez y de un cuarto sospechoso que los investigadores prefirieron no identificar, ya que la investigación continúa. Este jueves, con anuencia de la fiscal de Instrucción 4 de Villa Mercedes, Stefanía Cifuentes, los investigadores irrumpieron en esas tres viviendas antes de que saliera el sol, pasadas las 7 de la mañana.
En una morada sobre calle Venal Proyección, continuación de calle Italia, casa de Sánchez, secuestraron el Redmi Note 8 azul de Pereyra. “El Mono” fue detenido allí. Luego, en Pasaje 9 e Italia requisaron la vivienda de la persona que acopiaría los botines, pero no lo encontraron a él ni tampoco elementos de interés para la causa, aunque todavía no está desligado de la investigación.
Por último, en Suipacha extremo sur, en el barrio Güemes, donde se alojaba Ortigoza, secuestraron un celular marca LG con la pantalla trizada, otro Samsung color gris y uno Philips en las mismas condiciones que el anterior, pero atrapar a “El Lechuzo” fue más difícil.
Una abuela internada
Ortigoza, que al parecer se percató de la llegada de la Policía, huyó por la parte trasera de la vivienda pero unos vecinos lo vieron y advirtieron a los investigadores, que hicieron un operativo cerrojo en la zona. Poco después descubrieron que el sospechoso había trepado una medianera de unos dos metros, saltó al patio de una casa en calle Gazari al 200, rompió un vidrio y se metió a la vivienda de una mujer de 70 años que dormía con su nieta.
La mujer, que aún estaba en cama, salió en camisón y aterrorizada a la calle, tanto que se descompensó y una ambulancia tuvo que trasladarla a un centro médico. Sus pedidos de auxilio alertaron a dos efectivos, que ingresaron a su casa y detuvieron al sospechoso en una de las habitaciones.
Con ambos sospechosos en una celda, los efectivos de la Comisaría 10ª pidieron informes a otras seccionales para saber si los detenidos estaban implicados en hechos similares en alguna otra zona. Así vincularon a Ortigoza a otros dos robos ocurridos el 22 de marzo en jurisdicción de la Comisaría 8ª y el 22 de abril en jurisdicción de la Comisaría 31ª.