Boca sonríe. Con el triunfo 2-0 ante Estudiantes aún fresco y sin nuevas lesiones en el plantel, el equipo de Fernando Gago se prepara con buenas sensaciones para visitar a River el próximo domingo en el Monumental, en lo que será el Superclásico que definirá gran parte de la Zona B del Torneo Apertura.
La única preocupación de la jornada fue un golpe que sufrió Marcos Rojo en el tobillo, pero el propio cuerpo técnico aclaró que su salida fue planificada y que no hay motivos de alarma. El defensor llegará sin problemas al duelo más esperado del fútbol argentino.
Gago, que empieza a ver la versión más sólida de su equipo, no solo podrá repetir el once inicial si lo desea, sino que incluso se ilusiona con recuperar a dos piezas clave: Ander Herrera y Milton Giménez. Con casi todos los nombres a disposición, el entrenador podrá diagramar el partido con mayor tranquilidad.
El domingo de Pascuas trajo descanso para el plantel, en una muestra de que todo marcha según lo planeado. Gago decidió darles el día libre a sus dirigidos para recargar energías antes de afrontar una semana intensa, con el clásico en el horizonte.
Sin brillar ni deslumbrar, Boca gana y lidera con comodidad su grupo. Y lo más importante: llega entero al momento clave del torneo.
