Caso Gatica: el detenido iba a ser juzgado por agredir a otro policía
A fines de 2020, Mauricio Lautaro Cruz (el acusado) y 3 cómplices golpearon salvajemente a un comisario. Estaba preso; salió este año.
Lunes. Mauricio Lautaro Cruz al ser detenido por el asesinato de Gatica. Foto: Policía de San Luis.
Sobre Mauricio Lautaro Cruz ya pesaba una grave acusación: este lunes iba a comenzar a ser juzgado por participar de la brutal agresión al comisario general Hernán Soloa en diciembre de 2020, imputado por “Robo, lesiones graves triplemente calificadas, atentado a la autoridad doblemente calificado, todo agravado por la calificación de un menor”. Pero desde la madrugada de este lunes, cuando fue detenido por el crimen del oficial ayudante Diego Gatica, enfrenta una nueva imputación: “Homicidio en ocasión de robo agravado por la participación de menores”. Este Martes, la fiscal de Instrucción 4, María del Valle Durán, lo citó a una audiencia de formulación de cargos a las 11 de la mañana, junto a otros cinco imputados.
En la madrugada del lunes, personal del Departamento de Investigaciones requisó cuatro casas de la ciudad de San Luis. En una de ellas, en la esquina de las calles Alfredo Palacios y Los Algarrobos, de estructura tipo alpina, detuvieron a “Hongo”, como apodan a Cruz, quien tiene 20 años.
Una alta fuente policial ligada a la investigación mencionó que la fiscal cuenta con pruebas suficientes y contundentes para imputar a Cruz por el asesinato del agente Gatica. Este martes, el sospechoso tendrá su primera oportunidad de declarar y contar su versión sobre los hechos, si es que así lo desea. En la causa interviene el juez de Garantías 3, Marcos Flores Leyes.
La funcionaria judicial contaría con los resultados de una serie de pericias fílmicas y de teléfonos celulares, como así también con el resultado de la autopsia que le practicaron a la víctima.
Gatica murió el domingo pasadas las 18 en el Hospital Central “Ramón Carrillo”, donde permanecía internado en grave estado desde el lunes 5 de septiembre, cuando fue asaltado y brutalmente golpeado en la avenida Eva Perón, a la altura del barrio Tibiletti, por un grupo de delincuentes, la mayoría menores.
El informante detalló que en la vivienda de Cruz el resultado del allanamiento fue positivo: además de lograr su aprehensión se incautaron de celulares y varias prendas de vestir. Refirió que las otras tres requisas fueron realizadas en un domicilio de la calle Yapeyú al 400, en otro de Ciudad del Rosario al 800 y el último en una vivienda de la manzana C del barrio 80 Viviendas.
En el domicilio de Yapeyú el resultado fue negativo, aunque igual solicitaron que personal de Policía Científica realizara vistas fotográficas y planimetría. La fuente comentó que en el momento en que hacían esas tareas llegó una mujer de apellido Lucero y manifestó que su hijo, quien es menor, le dijo que él presenció el ataque al agente y les entregó el teléfono del chico a los investigadores.
Lucero aseguró que estarán a disposición de la Justicia y, luego de que le contaran qué buscaban, la mujer también entregó de manera voluntaria una campera de su hijo. “El chico le dijo que a esa prenda él la había prestado y que la vestía uno de los agresores al momento del hecho”, expresó. En los otros dos domicilios solo secuestraron celulares y ropas.
Enero de 2021. Cruz (al medio) rumbo al Penal por la agresión a Soloa. Foto: Policía de San Luis.
La casa alpina
Increíblemente, Cruz ya había participado de otra golpiza feroz a un policía y la casa tipo alpina en la que fue detenido también fue noticia.
El 20 de diciembre de 2020, en épocas de aislamiento social preventivo, poco después de las 6:30, dos ladrones atacaron y le robaron el teléfono a un chico que caminaba rumbo a su casa frente a la Ediro. Un testigo lo auxilió y llamaron al 911. Cuando llegaron los primeros policías, la víctima les dijo que los sospechosos habían huido hacia una casa tipo alpina a metros del Puente Derivador.
Minutos después, los policías detuvieron a Lucas Arce, que encajaba con las características aportadas por la víctima, debajo del puente. Como parte de esa secuencia, el comisario general Hernán Soloa, entonces jefe de la Unidad Regional de Orden Público (UROP) I y miembro de la plana mayor, arribó en su camioneta a modo de apoyo.
“Hongo”, que tenía 18 años, Diego Magallanes, de la misma edad, Gianfranco Arce, de 28, y Juan Gabriel Mulena, que tenía 17, participaban de una fiesta clandestina en la casa alpina y al ver a Arce detenido cruzaron la Avenida del Fundador y golpearon a Soloa.
La agresión fue desmedida y continuó incluso después de que el policía se desvaneciera. El comisario general sufrió rotura en los huesos de la nariz, un hematoma en el pabellón auricular derecho —con sangrado—, fractura de maxilar superior de la parte frontal, hematomas en las partes anterior y lateral derecho del tórax, fruto de puntapiés, lo mismo que en la región renal, lesión que le generó una hematuria, es decir, sangre en la orina.
Cuando estuvo internado en el Hospital San Luis, donde recibió la primera atención médica, le indicaron una tomografía computada cerebral que, por fortuna, no mostró lesiones severas. Pero sí permitió constatar múltiples fracturas óseas en el rostro, que exigieron cirugías. Lo mismo que la pérdida de piezas dentarias.
Los cuatro agresores fueron detenidos esa misma mañana en la casa alpina. Días después, el juez Ariel Parrillis procesó a los cuatro, pero al adolescente lo restituyó a sus padres. Los otros tres, en cambio, fueron trasladados al Penal con prisión preventiva.
A comienzos de este año, el defensor de Juicio 1, Esteban Sala, presentó un recurso de excarcelación para Cruz y Lucas y Gianfranco Arce, que son hermanos; la abogada Graciela Ponce hizo lo mismo para con su defendido, Magallanes, por lo que todos volvieron a la calle.
Estaba previsto que todos comenzaran a ser juzgados este lunes, pero el mayor de los Arce no se presentó y ordenaron su detención.