Chile sufrió un apagón masivo y el gobierno decretó estado de excepción
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Un inesperado apagón masivo dejó a Chile prácticamente a oscuras este martes, afectando a más del 98% de la población y extendiéndose desde la región de Arica, en el extremo norte, hasta Los Lagos, en el sur.
Según el Coordinador Eléctrico Nacional, la interrupción se originó por una desconexión en el sistema de transmisión de 500 kV en la zona del Norte Chico, aunque las causas exactas aún están bajo investigación. La ministra del Interior, Carolina Tohá, descartó que se trate de un ataque deliberado, asegurando que “es una falla propia del sistema” y llamó a la calma mientras se trabaja en restablecer el suministro. Sin embargo, no se ha precisado un plazo concreto para la solución, lo que aumenta la inquietud entre los habitantes.
En Santiago, la capital, el impacto fue inmediato: el Metro suspendió operaciones y evacuó a miles de pasajeros, los semáforos dejaron de funcionar, generando un colapso vial, y comercios y bancos cerraron sus puertas. En regiones como Antofagasta y Valparaíso, el panorama no fue diferente, con reportes de calles abarrotadas y servicios de emergencia desbordados. En redes sociales, los chilenos compartieron imágenes de ciudades en penumbra y relatos de evacuaciones bajo la tenue luz de emergencia de los trenes.
El gobierno, liderado por el presidente Gabriel Boric, convocó de urgencia al Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (Cogrid) en La Moneda para coordinar la respuesta. Mientras tanto, el Aeropuerto de Santiago activó sistemas de respaldo que, por ahora, mantienen operativos los vuelos, aunque se recomienda a los pasajeros verificar con sus aerolíneas ante posibles cancelaciones.
Con casi 19 millones de personas afectadas, este apagón se perfila como uno de los más graves en la historia reciente del país, superando incluso los cortes registrados tras el terremoto de 2010. A medida que la noche avanza, las autoridades insisten en que la recuperación será gradual, pero la falta de electricidad en medio de una ola de calor añade un desafío extra a una población que, por ahora, espera en la oscuridad una solución.