Científica del Conicet acusada de asesinar a un amigo en un juego sexual que terminó en tragedia

Luciana Bustos, una reconocida científica del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), se encuentra en el centro de una investigación policial tras ser señalada como la única sospechosa del brutal asesinato de Marcelo Amarfil, un hombre descrito como su amigo cercano.
El hecho, que ha conmocionado a la provincia de San Juan, habría ocurrido en circunstancias que combinan un supuesto juego sexual con un desenlace fatal.
Según las primeras versiones de la investigación, el crimen tuvo lugar en un vehículo donde Bustos y Amarfil habrían estado juntos. Las autoridades sostienen que la científica ató a la víctima al volante del auto, le cubrió los ojos y, en medio de lo que se presume fue un encuentro consensuado, lo apuñaló repetidamente, causándole la muerte. Los detalles del caso, que aún están bajo análisis, han generado estupor tanto en la comunidad científica como en la sociedad sanjuanina.
El hallazgo del cuerpo de Amarfil se produjo tras un llamado anónimo a la policía, que alertó sobre un automóvil estacionado en una zona poco transitada. Al llegar al lugar, los efectivos encontraron a la víctima sin vida, con evidentes signos de violencia y aún sujeta al volante. La escena, según fuentes policiales, apuntaba a un acto planificado, aunque no se descartan otras hipótesis.
Luciana Bustos, cuya trayectoria en el Conicet incluye investigaciones destacadas, fue detenida poco después y permanece bajo custodia mientras avanza la causa. Hasta el momento, no ha emitido declaraciones públicas, y su defensa no ha adelantado cuál será su estrategia frente a las graves acusaciones que pesan en su contra. Por su parte, los fiscales trabajan en reconstruir los hechos y determinar si existió premeditación o si el desenlace fue consecuencia de un acto impulsivo.
El caso ha abierto un debate sobre la privacidad, las relaciones personales y el impacto de este tipo de sucesos en la imagen de instituciones como el Conicet. Amigos y allegados de ambas partes se muestran incrédulos ante lo sucedido, describiendo a Bustos y Amarfil como personas de carácter afable y sin antecedentes que hicieran prever un episodio de esta naturaleza.
La investigación sigue en curso, y se espera que en los próximos días se realicen peritajes adicionales para esclarecer las circunstancias exactas del crimen. Mientras tanto, San Juan permanece atenta a un caso que mezcla pasión, violencia y un final trágico e inesperado.