Condenaron a cadena perpetua a la mujer que mató de inanición a su bebé por abandonarla para irse de vacaciones
Se trata de Kristel Candelario, de 32 años, quien dejó a su pequeña de 16 meses sola en una cuna durante 10 días mientras se fue a pasear por Detroit, Michigan y Puerto Rico.
Kristel Candelario, la mujer de Ohio (Estados Unidos) que mató de inanición a su bebé de 16 meses por dejarla encerrada en su casa durante 10 días para irse de vacaciones, fue condenada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el cargo de asesinato agravado.
La madre, de 32 años, dejó a su pequeña, Jailyn Candelario, sola y sin quien pudiese cuidarla en su casa en la localidad de Cleveland durante el verano de 2023, específicamente desde el 6 de junio hasta el 16 de junio, mientras ella viajaba a Detroit, Puerto Rico y Michigan.
Cuando Candelario regresó a los diez días, encontró a la niña sin vida y llamó a la Policía de la ciudad. Los agentes llegaron al domicilio y encontraron a la bebé «envuelta en mantas sucias con heces y orina», y la posterior autopsia reveló que murió de hambre y deshidratación severa.
“Máximo acto de traición”: cadena perpetua para la mujer que mató de inanición a su bebé
La mujer es de nacionalidad ecuatoriana y residente de Estados Unidos, por lo que fue juzgada por el Tribunal del condado de Cuyahoga, en el estado de Ohio. El pasado 22 de febrero se declaró culpable de asesinato con agravantes y de poner en peligro a un menor, como parte de un acuerdo con los fiscales, quienes acordaron desestimar dos cargos extra de asesinato y un cargo de agresión grave.
Asimismo, los padres de Candelario pidieron clemencia al juez, alegando que no se encontraba bien. En una declaración preparada, su madre, Ketty Torres, dijo que su hija había luchado contra problemas de salud, principalmente enfermedades mentales. Cuando su hija dejó de tomar medicamentos, su depresión y ansiedad empeoraron y contribuyó a su incapacidad para tomar decisiones acertadas, según explicó la mujer.
Sin embargo, este 18 de marzo, el juez del Tribunal de Litigios Ordinarios del condado, Brendan Sheehan, la condenó a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. “Así como no dejaste a Jailyn salir de su confinamiento hasta que murió, también debes pasar el resto de tu vida en una celda sin libertad”, le recalcó a la mujer. «La única diferencia es que en la prisión al menos te alimentarán».
El magistrado también enfatizó en el agravante por la estrecha relación de la mujer con la niña. “El vínculo entre una madre y un hijo es uno de los vínculos más puros y sagrados. Es una relación basada en el amor, la confianza y la protección inquebrantable. Cometiste el máximo acto de traición”, dijo dirigiéndose a Candelario.
“Esa pequeña bebé perseveró, esperando que alguien la salvara. Y podrías haberlo hecho con una simple llamada telefónica. En cambio, veo fotos tuyas en la playa mientras tu hija comía sus propias heces en un intento por sobrevivir”, remarcó Sheehan.
Por su parte, el fiscal de Cuyahoga, Michael C. O’Malley señaló: “Hoy recordamos a Jailyn, una hermosa niña que fue sacada de este mundo debido al egoísmo inimaginable de su madre”. Y agregó: “La idea de irse de vacaciones por 10 días y dejar que su hija muera de hambre en su Pack-N-Play (marca de camastro de bebé) es un nuevo nivel bajo en el cuidado de los padres”.
Finalmente se pronunció Candelario, quien dijo que todos los días rezaba para recibir el perdón. “Tengo tanto dolor por la muerte de mi bebé, Jailyn”, señaló. “Me duele tanto todo lo que sucedió. No intento justificar mis actos, pero nadie sabe lo que yo estaba sufriendo y por lo que estaba pasando. Dios y mi hija me han perdonado”.
La bebé de 16 meses tuvo «dolor y sufrimiento» antes de morir
Durante el juicio la fiscal adjunta del condado de Cuyahoga, Anna Faraglia, presentó un video de seguridad de la madre cargando su maleta a un automóvil el 6 de junio y regresando a casa el 16 de junio. Momentos después de su regreso, Candelario llamó al 911. “Por favor, necesito ayuda”, se oye en la llamada reproducida durante la sentencia. “Por favor, por favor, ayúdame. Mi hija se está muriendo”.
Antes de que llegaran los servicios de emergencia al lugar, la mujer vistió a Jailyn con un traje limpio, dijo el fiscal O’Malley. Pero el cambio de ropa no ocultó los horrores por los que había pasado la niña, y Faraglia señaló que la niña fue encontrada acostada sobre un colchón cubierta de orina y heces. «Los animales cuidan mejor a sus crías», afirmó.
En la sentencia del lunes, la patóloga forense Elizabeth Mooney recalcó al tribunal que los niños experimentan ansiedad por separación más extrema entre los nueve y los 18 meses. Ella contó los insoportables últimos días de Jailyn. “El dolor y el sufrimiento que soportó duraron no solo horas, ni días, sino posiblemente incluso una semana”, señaló.
A su vez, explicó que la niña estaba demacrada, con los ojos hundidos, labios secos y materia fecal en la boca y las uñas. Pesaba siete libras menos que en su última visita al médico dos meses antes. «Este sentimiento de abandono durante días, junto con el dolor del hambre y la sed extrema, es un tipo de sufrimiento que no creo que ninguno de nosotros pueda comprender por completo», agregó.
En este sentido, el juez Sheehan se dirigió contundente hacia Candelario: «Dejar a tu bebé aterrorizada, sola, desprotegida para que sufra lo que escuché fue la muerte más espantosa imaginable, sin comida, sin agua, sin protección y tirada sobre sus propias heces».
«Esto no fue simplemente un descuido. Pudiste haberle salvado la vida a Jailyn muchas veces, pudiste haber encontrado a alguien que la cuidara mientras no estabas, pudiste haberla llevado contigo», concluyó en su sentencia.