Judiciales

Condenaron a prisión perpetua a Amado Díaz por el femicidio de Anahí Robledo Yuvero

El tribunal integrado por los jueces Mauro D’Agata Henríquez, Virna Eguinoa y Cintia Martín condenó este viernes a prisión perpetua a Amado Raimundo Díaz, acusado de asesinar de 25 puñaladas a la adolescente Anahí Micaela Robledo Yuvero, de 17 años, en un hecho ocurrido el 23 de mayo de 2024. La sentencia se conoció tras varias semanas de juicio oral.

Un crimen atravesado por violencia extrema

De acuerdo con la acusación fiscal, Díaz atacó a la joven con una ferocidad tal que incluso llegó a seccionar uno de sus huesos. Los fiscales Ernesto Lutens y Leandro Estrada habían solicitado para él la pena de reclusión perpetua, equivalente a más de 35 años de encierro efectivo. Finalmente, el tribunal resolvió imponerle prisión perpetua, que en la práctica implica un máximo cercano.

El fallo incluye una figura inédita: “femicidio triplemente calificado por alevosía, ensañamiento y venganza transversal”, considerada por el Ministerio Público Fiscal como una lectura integral del daño causado tanto a la víctima como a su núcleo familiar.

Escena de tensión y reacciones encontradas

Tras la lectura del veredicto, Díaz —de 59 años— abrazó al abogado Bautista Rivadera, mientras familiares del acusado y de la víctima intercambiaron gritos en la sala. “¡Hay un Dios, Elisa, todo va a salir a la luz!”, lanzó una mujer del entorno del condenado. Desde el lado de la familia de Anahí, la reacción fue inmediata: “¡Te vas a pudrir en la cárcel!”, gritó una allegada.

El clima se mantuvo tenso en los pasillos de tribunales mientras el personal policial retiraba al sentenciado.

El último intento de defensa del acusado

Horas antes de conocerse la condena, Díaz pidió hablar por última vez. En un alegato extenso, con momentos de llanto intermitente, volvió a proclamar su inocencia y denunció que los elementos del expediente “fueron inventados”.

“Yo soy totalmente inocente. A Micaela yo la ayudé. Nunca tuve una denuncia, trabajé 40 años en una empresa. Eso habla de mí”, expresó ante los jueces. También afirmó ser “muy cristiano” y sostuvo que “Dios sabe a quién va a castigar”.

Apuntó contra la Policía y mencionó a una expareja que Elisa Yuvero había denunciado años atrás, intentando desviar la responsabilidad penal.

Un femicidio que dejó dos víctimas

Mientras se escuchaba el veredicto, Elisa Yuvero —madre de Anahí— volvió a quedar en el centro emocional del caso. Desde aquel 23 de mayo, enfrenta cada día con la ausencia de su hija. La sentencia, para ella y su entorno, representa una instancia de reparación, aunque no detiene el dolor.

El caso se inscribe entre las condenas más severas dictadas por femicidio en los últimos años, tanto por la calificación excepcional como por la violencia ejercida durante el ataque.

Javier Furlotti

Administrador VM Multimedia

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