Estaba con licencia médica cuando cometió el atraco. A él lo sorprendieron con un perfume; a la menor con hamburguesas, tampones y empanadas.
Alejandro Mentasti Aguilar. Es cabo de la Policía de la Provincia. Foto: Gentileza.
Hacía como un mes que Alejandro Mentasti Aguilar no vestía su uniforme de Policía de la Provincia. No porque había dejado de ser parte de la institución, sino porque cursaba una licencia médica. Pero desde este jueves, ese lapso de no prestar más servicio en la fuerza se extenderá por mucho más tiempo, o quizás para siempre. El hombre fue sorprendido in fraganti cuando robaba productos de las góndolas del supermercado ChangoMás de San Luis, junto a su hija adolescente.
Hasta ayer, el hombre de 37 años, quien tiene el grado de cabo, permanecía detenido en la Comisaría 2ª, confirmó una fuente.
Es probable que en las próximas horas sea trasladado a Tribunales para que el fiscal instructor de turno, Ricardo Barbeito, le formule cargos en su contra.
Hasta el momento, según los elementos probatorios reunidos y a la vista, todo parece indicar que Mentasti Aguilar puede ser imputado por el delito de «Hurto agravado por la participación de un menor de edad en grado de tentativa».
De acuerdo al grado que tiene, es posible que tenga una antigüedad en la fuerza policial de no más de cuatro o cinco años, calculó otro informante.
Según informó esa misma fuente, Mentasti Aguilar se desempeñaba en el cuerpo de infantería. Pero hacía unos 30 días que no trabajaba. «Estaba con ART (Aseguradora de Riesgo de Trabajo) por una operación que se había hecho en una rodilla», dijo.
El martes, alrededor de las 16:30, fue hasta ChangoMás en compañía de su hija de 15 años.
Poco antes de las 17, un guardia de seguridad del supermercado detectó que Mentasti Aguilar intentaba guardarse productos debajo de sus prendas, cerca de sus partes íntimas. De inmediato, el vigilante fue hasta el área cercana a la de perfumería donde estaba el presunto ladrón.
Revisó al cabo y encontró una botella de perfume. Un rato después descubrió que la adolescente que lo acompañaba también pensaba irse sin pagar otros productos. La inspeccionó y le halló unos tampones sueltos, unas hamburguesas de pollo y un par de empanadas preparadas, listas para calentar y consumir.
