El ex rector de la UNViMe, David Rivarola, respondió en redes al llamado a indagatoria por manipular un concurso en favor de su hija

El ex rector de la Universidad Nacional de Villa Mercedes (UNViMe), David Rivarola, se pronunció públicamente tras conocerse el pedido de indagatoria en su contra por presunta manipulación de un concurso para beneficiar a su hija con un contrato financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
A través de una publicación en su perfil de Facebook, Rivarola explicó su posición y sostuvo que celebra la oportunidad de que “la Justicia determine si soy inocente”.
“Después de mucho tiempo, agradezco que se haya dado este paso. Siempre quise que la Justicia avance, porque será la única manera de demostrar que actué con total transparencia”, expresó.
Contexto judicial
El Ministerio Público Fiscal solicitó la indagatoria de Rivarola y de otros seis ex funcionarios de la UNViMe por los delitos de negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas y falsedad ideológica.
Según la investigación, en 2023 se habría realizado un concurso simulado para adjudicar un contrato de consultoría a su hija, en el marco de un programa de asistencia del BID.
Los fiscales federales Danilo Miocevic y Leandro Kunusch sostienen que se alteraron las bases del concurso y se redujo la convocatoria a un grupo limitado de postulantes, lo que vulneraría los principios de transparencia y equidad.
El descargo de Rivarola
En su mensaje, el ex rector insistió en que actuó conforme a la ley y aseguró que su intervención en el proceso fue “estrictamente administrativa”.
“Confío en que la Justicia federal analice con objetividad los hechos y que esta instancia sirva para recuperar mi buen nombre y el de mi familia”, escribió.
También pidió “evitar juicios mediáticos” y remarcó que se encuentra a disposición de la Justicia “para esclarecer todo lo necesario”.
Lo que viene
La audiencia de indagatoria aún no tiene fecha, pero marcará el inicio formal del proceso judicial. Desde la comunidad universitaria se sigue con atención el avance del caso, que involucra además a ex autoridades y funcionarios del período de gestión de Rivarola.
El descargo:
A la comunidad en general
Días atrás se difundió información que plantea la contratación irregular de mi hija (Valentina Rivarola) en la Universidad Nacional de Villa Mercedes (UNViMe), en el marco de un programa de Cooperación con la SEPYME y el BID durante 2023.
A fin de poner en contexto, durante el gobierno nacional anterior, las universidades nacionales participaron de numerosos programas de fortalecimiento institucional y vinculación social que permitió la interacción entre las universidades con la empresa, la industria y la sociedad en general. La UNVIME participó de varios de ellos cumpliéndose en tiempo y forma con los objetivos y requerimientos de los programas y convocatorias.
En su organización, este programa PROCER preveía el llamado a concurso público y abierto para cubrir cargos de “un coordinador general” y un personal administrativo, ambos fuera del ámbito de la gestión y de 10 asesores en distintas cadenas de valor. Los llamados fueron ampliamente difundidos en la comunidad y se inscribieron cerca de un centenar de postulantes. Una de las cadenas a estudiar fue “Mercado textil y moda”, a la cual se presentó mi hija, quien posee una Tecnicatura y una Licenciatura en Diseño de Indumentaria y Textil, títulos otorgados por la Universidad Siglo XXI que promueve una sólida formación empresarial, con un fuerte desarrollo en el área de Marketing; ella también estaba realizando capacitación en manejo de redes sociales y en el área de marketing que indudablemente reforzaba su aptitud para realizar asesorías a las Pymes en el área del concurso. La evaluación de ese concurso la realizó un jurado integrado de personas con perfil pertinente y con asesoramiento desde la propia SEPYME y se llevó a cabo en varias etapas. De ese perfil Mercado textil y moda mi hija resultó primera en el orden de mérito, sobre el resto de los 5 postulantes, varios de los cuales no poseían el título específico ni el perfil requerido, según informó el jurado interviniente.
Una vez que obtuvo el orden de mérito, firmó un contrato en la delegación de la UNVIME en la Ciudad de San Luis. El monto total del contrato era de $ 917.000, al finalizar el trabajo debía presentar un informe de los resultados obtenidos a la SEPYME. Cabe destacar que el dictamen del jurado NO fue impugnado por ninguno de los otros inscriptos, con lo cual tácitamente dieron su aprobación al mismo. Mi hija llevó adelante el trabajo de consultoría y presentó su informe en tiempo y forma. El mismo fue aprobado por la SEPYME y posteriormente cobró sus honorarios al igual que el resto de los consultores. El contrato pasó por el área de contrataciones de la Secretaría de Hacienda de la UNVIME, que tiene como “función específica” controlar las bases y condiciones de todas las contrataciones que realiza la universidad y los contratos que surgen de éstas.
Casi a fines de noviembre del 2023 (recién iniciada la nueva gestión rectoral) comprobé personalmente que su contrato no podría haber sido celebrado por ser mi hija. Como corresponde, verificamos esta situación desde el área de coordinación del programa, e inmediatamente se tomó contacto con personal de la SEPYME para corroborar esta situación. Desde allí nos informaron sobre el procedimiento a seguir para subsanar el error cometido, más aún porque el programa aún no concluía; por lo que mi hija procedió en forma espontánea e inmediata a devolver la totalidad de los fondos percibidos y cursó nota (CUDAP 1080/2023) al recién asumido nuevo rector, a fin de que tramite su renuncia al programa ante la SEPYME, hecho que fue consumado. Finalmente ella cedió los derechos intelectuales de su informe a la SEPYME y elevó la producción escrita producto de la exigencia de la contratación como consultora, en otros términos, el trabajo fue realizado y el estipendio devuelto, por haber estado incompatible. Es decir que no hubo daño pecuniario y se subsanó el error en la celebración del contrato.
A ocho ex funcionarios de la UNVIME se nos acusó de haber manipulado un concurso para que ella obtenga un beneficio, extremo que es falso, incierto y difamatorio. Estamos en la muy cierta sospecha de que han armado una maniobra política para perseguir a personas honestas, que sólo han velado por la comunidad y los valores universitarios. Todas las personas acusadas somos profesionales con larga experiencia y trayectoria en la UNSL y la UNVIME y jamás habíamos tenido algún tipo de denuncia. Hoy se nos acusa de asociarnos para llevar a cabo un delito doloso, una verdadera barbaridad, que a mi modo de ver persigue el solo fin de dañar nuestra reputación y denostar los seis años de gestión que tuvimos a cargo de la UNVIME, donde se llevaron a cabo avances significativos para el crecimiento de la institución.
Luego de dos años la justicia federal llamará a indagatoria, allí será la oportunidad de poder aclarar este tema en profundidad y demostrar que tanto mi hija como el resto de los sindicados obramos de buena fe, pero cometimos la imprudencia de confiar en que la documentación estaba en orden, sin revisarla con el detalle necesario. Todo esto en un contexto complejo, previo a las elecciones de la universidad y las nacionales donde ya se avizoraba un cambio de gobierno nacional, por lo que todas las dependencias de nación corríamos contra reloj para ir cerrando los programas y rendiciones en curso, sin prestar la debida atención a trámites que debían venir ordenados.
En lo personal el tema me afecta profundamente al estar afectada de manera directa mi hija, quien confió no sólo en mí, sino en el resto de los integrantes de la cadena administrativa.
Dr. David Rivarola
Docente UNSL
Ex Rector UNVIME