
Desde este lunes, la Argentina entra en una nueva etapa en su política cambiaria. El Gobierno Nacional anunció el levantamiento del cepo para comprar dólares, una medida que, junto con la confirmación de un desembolso de 15 mil millones de dólares por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), busca marcar un giro profundo en la economía. Pero ¿qué significa esto para la vida cotidiana de los argentinos?
¿Qué es el cepo cambiario y qué implica levantarlo?
El “cepo” es una forma informal de referirse a las restricciones impuestas por el Estado para acceder al mercado de divisas. Hasta ahora, quienes quisieran comprar dólares legalmente debían cumplir ciertos requisitos, enfrentar límites mensuales o directamente no tener acceso. Eso se terminó.
Desde el lunes, cualquier persona física podrá comprar la cantidad de dólares que quiera (siempre que tenga con qué pagarlos), y el valor de la divisa estará regido por un sistema de “flotación administrada”, entre bandas que van desde los $1.000 a los $1.400 por dólar, según informó el Banco Central.
¿Cómo impacta en el precio del dólar?
Como explicó la asesora financiera Macarena Rosquini, lo primero que se espera es un aumento en la demanda de dólares, algo lógico si se considera que durante años estuvo restringida. “Probablemente, quienes tengan dinero disponible busquen refugiarse en la divisa estadounidense, lo que puede empujar su precio hacia arriba”, señaló.
Eso, sumado al nuevo esquema de flotación entre bandas, genera una incertidumbre razonable sobre el precio final del dólar: si se acerca al límite superior, los efectos podrían sentirse rápidamente en la inflación.
¿Suben los precios?
Este es el punto que más preocupa a la gente. En la Argentina, el precio del dólar funciona muchas veces como un termómetro que anticipa aumentos en alimentos, combustibles, alquileres y otros rubros. “Cuando hay una devaluación y aumenta el dólar, los precios generalmente también suben”, explicó Rosquini.
Si bien el Gobierno busca contener la inflación con otras herramientas, la presión cambiaria puede provocar remarcaciones anticipadas por parte de comerciantes o empresas, temerosos de quedarse atrás frente a los aumentos.
¿Qué pasa con los otros tipos de dólar?
Con la liberación del mercado, se espera que el dólar oficial gane protagonismo frente a los llamados “dólares paralelos” (blue, MEP, CCL, tarjeta). No desaparecerán, pero podrían perder relevancia si se estabiliza el mercado formal.
“Cuando hay libertad en los esquemas cambiarios, los dólares paralelos tienden a desaparecer”, indicó Rosquini, aunque aclaró que siempre habrá sectores que operen en el mercado informal o elijan pagar sus gastos en dólares por fuera del circuito bancario.
¿Una medida positiva?
Dependerá del resultado. El levantamiento del cepo es un paso esperado por muchos sectores productivos y financieros, ya que apunta a normalizar el mercado de divisas y generar confianza. Pero también puede generar impactos negativos a corto plazo si no se acompaña con políticas de contención social y económica.
La clave estará en la estabilidad. Si el nuevo sistema logra orden y previsibilidad, la economía podría comenzar a recuperarse. Si no, los efectos sobre la inflación y el poder adquisitivo podrían ser graves.
Qué impacto tendrá en el bolsillo de los argentinos, según Gabriel Rubinstein
Cómo impactará el fin de cepo.
El economista y ex viceministro de Economía Gabriel Rubinstein analizó el impacto del levantamiento del cepo cambiario y puso el foco en las consecuencias que esta modificación traerá para el bolsillo de los argentinos.
Rubinstein destacó la importancia del levantamiento del control sobre el dólar, aunque también anticipó que esto podría traer consigo un costo inflacionario que afectará directamente a los consumidores en los próximos meses.
«Lo más positivo es que hayan levantado el cepo. Hasta ahora prevalecía la idea que por motivos electorales ellos preferían bajar la inflación y posponer la normalización del sistema cambiario», aseveró.
«No creo que haya sido tan planificado, pero, fruto de circunstancias locales e internacionales, cambiaron. Y entonces, en estos momentos, priorizaron la normalización cambiaria, aunque haya un costo inflacionario que asumir en los próximos meses», explicó Rubinstein.
En este sentido, alertó que este paso podría generar una presión sobre los precios, con un posible aumento de la inflación
«Tiene un beneficio que es empezar a normalizar el sistema cambiario, pero hay un costo inflacionario y hasta un costo recesivo, porque es muy probable que los salarios queden rezagados por un tiempo«, recalcó.
«En estos meses, veremos seguramente una retracción del consumo y una interrupción del proceso de suba de la actividad, tal como lo habíamos visto hasta ahora. Pero sería algo temporario», agregó.
El economista mencionó que el impacto sobre los salarios será probablemente negativo, ya que los ingresos podrían quedar rezagados frente a la suba de los precios. En este sentido, anticipó que podría haber una retracción del consumo, ya que las personas verán sus recursos limitados por la inflación.
Aunque el panorama no es sencillo, Rubinstein subrayó que la situación actual es más favorable para este tipo de medidas que en el pasado reciente. El respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y las reservas más sólidas que tiene el país, permiten que el gobierno tome decisiones que antes no se hubieran podido concretar, según el economista.