El Gobierno aprobó el Presupuesto para Alambrado Fronterizo en Aguas Blancas: Bolivianos deberán pasar por migraciones

Bajo la administración del presidente Javier Milei, el gobierno argentino ha aprobado el presupuesto necesario para la construcción de un alambrado en la localidad de Aguas Blancas, en la provincia de Salta, a lo largo de la frontera con Bolivia.

Esta medida forma parte del denominado «Plan Güemes», una iniciativa de seguridad que busca fortalecer el control fronterizo.

El alambrado, que se extenderá desde la terminal de ómnibus hasta los puestos de control de Migraciones y Aduana, tiene como objetivo regularizar el cruce fronterizo entre ambos países. La medida obligará a todos los ciudadanos bolivianos y argentinos que atraviesen la frontera a hacerlo por vías oficiales, cumpliendo con los trámites migratorios y aduaneros correspondientes.

Esta decisión ha generado reacciones diversas. Por un lado, algunos ven en el alambrado una forma de combatir el contrabando y mejorar la seguridad en la región, mientras que otros, incluyendo autoridades bolivianas, han expresado preocupación por considerarlo una medida unilateral que podría afectar la convivencia pacífica y la integración de las comunidades fronterizas.

El interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, ha destacado que esta obra es un paso hacia un control más riguroso y organizado de la frontera, asegurando que «hoy voy a firmar un convenio» para avanzar en este proyecto. La medida ha sido vista como una señal del compromiso del gobierno de Milei con la seguridad nacional y el orden en las fronteras.

Sin embargo, este proyecto también ha levantado críticas relacionadas con la falta de diálogo bilateral previo con Bolivia, un país con el cual Argentina comparte una larga historia de relaciones comerciales y culturales. Las autoridades bolivianas han pedido a través de canales diplomáticos más información y un enfoque coordinado para resolver estos asuntos de interés común.

El Plan Güemes, que incluye esta construcción de alambrado, es parte de una estrategia más amplia para abordar problemas como el narcotráfico, el contrabando y la trata de personas en la frontera norte de Argentina.