En San Luis: encontraron muerto a un hombre cerca del río: tenía un balazo en la cadera
Se trata de un individuo de frondoso prontuario y conocido en jerga delictiva . Junto a su cuerpo encontraron una amoladora nueva.
Este domingo, antes del mediodía, encontraron el cadáver de un hombre en cercanías del Río San Luis. Desde ese momento hasta ya entrada la noche, la información brindada por la Policía sobre el hallazgo mutó significativamente. En un principio, los voceros policiales dijeron que la persona fallecida tenía alrededor de 60 años y, horas más tarde, aclararon que tenía la mitad de esa edad. Dijeron al mediodía que no presentaba lesiones que hicieran pensar que alguien lo había matado. Y, finalmente, confirmaron que había muerto a causa de un disparo de arma de fuego que otra persona le efectuó. Es decir, quedó confirmado que el hombre había sido asesinado.
Sobre la identidad de esa persona los voceros no deslizaron un dato, pero el fiscal instructor Esteban Roche confirmó que se trataba de Víctor Leandro Alaniz. Según otra fuente, tenía 33 años, vivía en el barrio Tibiletti y era un rostro muy conocido por los policías puntanos debido a que habría estado vinculado a diversos hechos contra la propiedad: robos.
Leandro Alaniz tenía 33 años y era vecino del barrio Tibiletti. Foto: gentileza.
«La hipótesis que tenemos es que ha sido una muerte violenta, por eso el caso lo está trabajando el personal del Departamento de Homicidios», comentó Roche.
Señaló que entre las averiguaciones que llevan adelante los investigadores está la revisión de los registros de las cámaras de seguridad allegadas a la zona del hallazgo del cuerpo.
Antes de las 19 de este domingo, Relaciones Policiales informó sobre el resultado de la autopsia. La necropsia reveló que Alaniz había muerto por un «shock hipovolémico por lesiones en vena iliaca interna derecha» producida por el pasaje de un proyectil de arma de fuego. En otras palabras, falleció a causa de un sangrado incontrolable.
El hombre había recibido un disparo a un costado, a la altura de la cadera, precisó el fiscal.
El cuerpo fue encontrado en cercanías de la rotonda de la calle Riobamba sobre los márgenes del Río San Luis. Cerca de él no hallaron ningún arma, pero sí una amoladora nueva marca Black&Decker, de tamaño mediano.
Según trascendió, los investigadores presumen que el balazo no lo recibió allí, en el lugar donde fue encontrado.
La información comunicada, en un principio, por la Policía refirió todo lo contrario a lo que resultó ser. Primero, dijeron que el fallecido era una «persona mayor, de unos 60 años» y después aclararon que tenía entre 30 y 40 años.
A su vez, indicaron que «de acuerdo a las primeras informaciones, el cuerpo no presentaba signos de violencia a simple vista». Pero una hora más tarde trascendió que, en realidad, tenía un balazo.
Fuente: El Diario de la Republica