Explotaron una bomba como reto de TikTok y una alumna de secundario perdió el 96% de audición
El incidente ocurrió el 8 de julio último y la alumna de cuarto año, llamada Azul, deberá someterse a una operación para colocarle unos implantes cocleares
Una alumna de cuarto año del colegio secundario Instituto Don Bosco de Mar del Plata sufrió el 96,4 por ciento de pérdida de audición a causa de un explosivo casero que algunos de sus compañeros prepararon para realizar un video y subirlo a la aplicación TikTok.
El incidente ocurrió el 8 de julio último y la alumna, llamada Azul, deberá someterse a una operación para colocarle unos implantes cocleares.
Estos implantes, tienen un valor promedio de 50 mil dólares.
Además, es muy difícil que pueda volver a hacer más deportes de contacto como son el rugby y el karate, dos disciplinas que formaban parte de su vida diaria.
Su papá, Matías Zabaleta, contó que su hija vive un calvario desde el día del accidente y que todavía no hay ningún responsable.
En seguida hizo la denuncia penal en la Unidad Fiscal n° 11 y responsabilizó a las autoridades del colegio.
«El colegio subestimó el hecho en todo momento, nunca dio intervención a las autoridades policiales, no resguardó la escena donde sucedió ni los elementos que produjeron el estallido para que fueran peritados. El representante legal me dijo que los tiene guardados pero lo cierto es que los tocaron, se movieron de lugar, no se llamó a la división de explosivos ni policía científica para que pudiera levantar huellas», aseguró el papá de la víctima al sitio 0223.
El colegio subestimó el hecho en todo momento, nunca dio intervención a las autoridades policiales, no resguardó la escena donde sucedió ni los elementos que produjeron el estallido para que fueran peritados. El representante legal me dijo que los tiene guardados pero lo cierto es que los tocaron, se movieron de lugar, no se llamó a la división de explosivos ni policía científica para que pudiera levantar huellas
Asimismo, dijo que la ambulancia tardó una hora y media en llegar y él debió llevarla en brazos a la Clínica 25 de Mayo.
A las dos semanas del hecho, sucedió otro que volvió a poner en riesgo a los alumnos y alumnas del colegio, pero con otros alumnos: «Tras las vacaciones de invierno, en el buffet de la escuela, los chicos de sexto año prendieron una bengala con mi hija presente. Se pudo determinar a los responsables, pero evidentemente en el equipo de conducción de la escuela hay algo que está fallando y poniendo en riesgo a todo el alumnado. No evitan estas cosas».
También resaltó que es importante que lo ocurrido se «haga público» porque se trata de una reto popular que circula por TikTok, donde enseñan cómo hacerlo.
«La institución educativa no le dio la repercusión y la importancia para difundirlo y prevenir a nivel educativo o que no lo hagan en sus casas», agregó.
Tras las vacaciones de invierno, en el buffet de la escuela, los chicos de sexto año prendieron una bengala con mi hija presente. Se pudo determinar a los responsables, pero evidentemente en el equipo de conducción de la escuela hay algo que está fallando y poniendo en riesgo a todo el alumnado
«Los responsables de lo que le sucedió a mi hija no fueron sancionados ni desde lo administrativo, está hecha la denuncia en el Consejo Escolar», mencionó.
Azul ya no podrá volver a oír como antes: los profesionales que la evaluaron confirmaron que la pérdida auditiva es del 96,4% y que ya es considerada como una discapacidad.
«Teníamos la esperanza de que los tratamientos funcionaran. Pero recién el viernes, tras las sesiones de cámara hiperbáricas, y los tratamientos fueron para desinflamar el oído, drenara la sangre. Eso no funcionó. No hay casos de daño acústico así nos dicen los médicos en tantos años de profesión. Solo comparable a los tiempos de la guerra de Malvinas, o los que son provocados de manera progresiva, obreros en la metalúrgica que trabajan con protectores auditivos. Pero no de esta forma», explicó.
No hay casos de daño acústico así nos dicen los médicos en tantos años de profesión. Solo comparable a los tiempos de la guerra de Malvinas, o los que son provocados de manera progresiva, obreros en la metalúrgica que trabajan con protectores auditivos. Pero no de esta forma
«El daño es en la cóclea, que es el receptor del sonido, no el canal auditivo. Un audífono no funciona porque lo que hace es amplificar el sonido. Por más fuerte que se le hable, si lo que recibe no funciona, no alcanza. Los implantes se colocan con una operación por debajo del músculo, y del lado externo, con un imán», finalizó.