Graves incidentes en el clásico paraguayo: violencia entre hinchas opacó la remontada de Cerro Porteño

El tradicional clásico del fútbol paraguayo entre Cerro Porteño y Olimpia, disputado en Ciudad del Este, terminó en una serie de violentos enfrentamientos que empañaron por completo el espectáculo deportivo. El partido, finalizó con una remontada de Cerro por 2 a 1, quedó en segundo plano ante la gravedad de los incidentes que se desataron en las tribunas y en las inmediaciones del estadio Antonio Aranda Encina.
Tras el pitazo final, hinchas de ambos equipos comenzaron a arrojar butacas, bengalas y objetos contundentes dentro del estadio. Algunos sectores del público rompieron estructuras del lugar, y las imágenes captadas por medios paraguayos muestran corridas, enfrentamientos cuerpo a cuerpo y caos generalizado.
Uno de los episodios más graves fue el impacto de una bengala contra un efectivo policial, que resultó herido mientras intentaba contener la situación. También se registraron simpatizantes lesionados y varios destrozos materiales. Las autoridades locales describieron los hechos como una “batalla campal”, mientras que en redes sociales los videos se viralizaron con indignación y repudio.
Un clásico marcado por la tensión
El encuentro tuvo todos los condimentos de una jornada caliente: un gol agónico, tensión en las tribunas y un operativo de seguridad que terminó desbordado. Si bien el operativo policial era numeroso, no fue suficiente para prevenir ni controlar la violencia desatada, que comenzó en las gradas y se trasladó hacia las afueras del estadio.
Las autoridades de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) aún no emitieron un comunicado oficial, pero se anticipa que habrá fuertes sanciones disciplinarias para los clubes involucrados, sobre todo en lo relativo al comportamiento de sus barras organizadas. Además, se analiza la posibilidad de suspender el uso de pirotecnia y aplicar restricciones de ingreso a determinados sectores.
Un problema que se repite
Este nuevo episodio de violencia vuelve a poner sobre la mesa el debate en torno al comportamiento de ciertos grupos de hinchas y la necesidad de revisar los protocolos de seguridad en espectáculos deportivos. En lo que va del año, el clásico paraguayo ya había registrado incidentes menores, pero lo ocurrido anoche superó todo lo esperado.
El superclásico, que debería ser una fiesta del fútbol nacional, terminó con heridos, tensión y preocupación. Tanto los clubes como las autoridades tendrán ahora el desafío de garantizar que estos hechos no se repitan en futuras ediciones.