Intento de asesinato a la fiscal: creen que el preso podría haber llevado el arma entre sus partes íntimas
Desde el Servicio Penitenciario sospechan que Hugo Arredondo Suárez habría ocultado en su cuerpo la faca con la que atacó a Claudia Ríos.
La fiscal Ríos fue atacada por Arredondo Suárez en Tribunales.
El director del Servicio Penitenciario de Mendoza, Eduardo Orellana, sugirió que el preso Hugo Arredondo Suárez, que atacó a la fiscal Claudia Ríos en plena audiencia de un juicio oral en el Polo Judicial, pudo haber llevado el arma blanca entre sus partes íntimas.
«La faca es un elemento irregular que termina en punta, en forma de huevo alargada, con un mango hecho artesanalmente en una tela que pudo haber entrado en una cavidad de esta persona. Ese pudo haber sido el motivo por el que no lo alertaron los sensores de metales», detalló el funcionario cuyano.
En tal sentido, Orellana advirtió una de las posibilidades que podría haber aprovechado Arredondo Suárez: «Tenemos prohibido revisar las cavidades de las personas, si hubiésemos tenido dudas, tendríamos que haber solicitado la presencia de un médico para que lo revise».
Orellana aseguró que, por sugerencia de los penitenciarios, los cuatro presos que estaban siendo juzgados se hallaban esposados por la peligrosidad que representaban, pero en cierto momento tres de ellos pidieron ir al baño, por lo que el juez les permitió que les sacaran las esposas.
«Uno de los custodios relató luego en el marco de la investigación que, dentro del baño, el preso se bajó los pantalones, por lo que una de las sospechas es que allí pudo haber extraído de su cuerpo el arma blanca», afirmó.
La reconstrucción del ataque a la fiscal Ríos
Arredondo Suárez, al igual que los presos Jorge Darío Bracamonte Contreras, Lucas Gabriel Garro Ibáñez y un cuarto detenido que no fue identificado, fueron sometidos a un control por parte de cinco penitenciarios a la salida del penal de Almafuerte.
Luego, en el traslado participaron otros siete penitenciarios en dos móviles, en el Polo Judicial fueron requisados por otros dos agentes y en la sala de audiencias estaban custodiados por otros cinco guardia cárceles.
«Pasaron por tres requisas y dos detectores de metales, y el elemento corto punzante no fue detectado o no fue requisado en alguno de los puntos, lo que nos hace presumir que el elemento no estaba en la sala, sino que el detenido ya ingresó con él en su poder», agregó Orellano.
El gobierno provincial aseguró que siete penitenciarios habían sido pasados a disponibilidad mientras se investigan las irregularidades en el control y el traslado del detenido.
Arredondo Suárez, quien cumple una condena a prisión perpetua por dos homicidios, atacó con un arma blanca a la fiscal en plena audiencia y ella se defendió al arrojarle gas pimienta en el rostro hasta que fue reducido por el personal penitenciario.