San Luis

Juan Pascual Pringles: a 229 años de su nacimiento

El 17 de mayo de 1795 nació Pringles y en homenaje al guerrero valiente y leal, se conmemora el Día del Granadero Puntano. A 229 años del natalicio de Juan Pascual Pringles, el héroe puntano, San Luis conmemora el Día del Granadero Puntano en su honor, en memoria de todos aquellos hombres y mujeres que fueron parte de la gesta sanmartiniana bajo las órdenes del general José de San Martín en la Guerra de la Independencia.

Juan Pascual fue hijo legítimo de don Gabriel Pringles y de doña Andrea Sosa, y fue bautizado en la Iglesia Matriz de la ciudad de San Luis el 12 de julio de 1795, por el teniente cura fray Félix Sosa que le puso óleo y crisma a la edad de 2 meses.

Martín Baca, investigador e historiador puntano, destaca la acción heroica de Pringles que no quedó limitada a San Luis y a su destacada actuación en febrero de 1819, cuando colaboró reduciendo la sublevación de prisioneros de guerra realistas confinados en San Luis.

Sus grados militares

Baca se refirió también al grado militar que tenía Pringles, al momento de incorporarse al Regimiento de Granaderos a Caballo y explicó que el 10 de octubre de 1815 revisa como alférez, del 3° Escuadrón de Milicias de Caballerías de San Luis.

El 8 de noviembre de 1819 ingresa al Regimiento de Granaderos a Caballo y pasó a formar parte del Ejército de los Andes, para realizar la campaña al Perú manteniendo el grado de alférez.

El 1° de julio de 1820 ascendió a teniente; el 1° de septiembre de 1822 ascendió a capitán; el 31 de enero de 1826 lo ascendieron a teniente coronel y el 22 de junio de 1829, en la batalla de la Tablada, el Coronel Paz lo asciende a coronel sobre el campo.

Sus acciones hicieron eco en la eternidad

El pueblo de San Luis lo recuerda como un valiente que, con muy pocos soldados a su mando, arrinconado contra los acantilados de Chancay y frente a un enemigo con fuerzas superiores en número que le pedía su rendición, se lanzó a caballo hacia el precipicio cayendo al mar antes de rendirse o ser prisionero. Ese gesto suscitó la admiración de los vencedores que lo invitaron a retornar a tierra con todos los honores, figurando en los libros de guerra del general realista Valdez.

Rodrigo Nahuel Alves

Redactor VM Multimedia

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