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La defensa de Correa Otazú asegura que el abogado no vendía droga, sino que era consumidor

Una fuente cercana a la investigación confirmó a VM24 Noticias que los abogados defensores de Emmanuel Correa Otazú apelaron la prisión preventiva y sostienen que el conocido letrado de Villa Mercedes no comercializaba estupefacientes, sino que padecía una fuerte adicción y adquiría droga para su propio consumo.

El planteo ante la Cámara Federal de Mendoza

Los abogados Gustavo Otegui y Juan Manuel Dómine presentaron un recurso de apelación ante la Cámara Federal de Mendoza, cuestionando la decisión del juez federal de Villa Mercedes, Juan Carlos Nacul, quien había dictado la prisión preventiva de Correa Otazú bajo la imputación de comercialización de estupefacientes.

De acuerdo con la presentación, el abogado no integraba ninguna asociación dedicada al tráfico de drogas, sino que mantenía una relación de cliente con el otro acusado, Emmanuel Julio Andino, a quien además representó en múltiples causas por narcotráfico.

Según la fuente consultada, los defensores fundamentaron su pedido de excarcelación en que el letrado presenta un cuadro de adicción severa, lo que lo convierte en un consumidor y no en un vendedor.

El vínculo con el otro imputado

Los investigadores confirmaron que Andino tiene varias causas y condenas federales por venta de drogas. En todas ellas, fue defendido por el propio Correa Otazú.
Para los abogados del imputado, esa relación profesional derivó en un vínculo personal en el que el abogado terminó convirtiéndose en cliente del narcotraficante.

El recurso judicial también aclara que Correa Otazú no conoce a la tercera imputada, Laura Susana Fonseca, la joven detenida en la terminal de ómnibus con un kilo de cocaína adosado a su cuerpo. Según la información aportada, la droga que transportaba era para Andino, quien incluso habría alertado a la fiscalía sobre su llegada desde Córdoba.

Las escuchas y las pruebas bajo discusión

Uno de los puntos que la defensa cuestiona son las escuchas telefónicas incorporadas al expediente.
Mientras el fiscal federal Danilo Miocevic y el juez Nacul las interpretaron como prueba de una red de comercialización, los defensores sostienen que las conversaciones solo reflejan un consumo frecuente y la dependencia del abogado hacia su proveedor.

En una de las charlas transcritas en el expediente, una mujer identificada como F.R. le consulta precios al abogado, quien responde que debe preguntarle a Andino. Según la defensa, esa respuesta demuestra que Correa Otazú no participaba de las transacciones, sino que era un simple consumidor.

El allanamiento y el material secuestrado

Durante el procedimiento realizado en su domicilio y estudio jurídico de calle Juan W. Gez 80, la Policía secuestró 12 gramos de cocaína, envoltorios de nylon, dinero en distintas monedas y dispositivos electrónicos.
Para la defensa, esa evidencia no demuestra comercialización, sino consumo personal, y los recortes de nylon hallados serían antiguos, utilizados para guardar dosis individuales.

En este sentido, la fuente recordó que la Ley de Estupefacientes no establece una cantidad específica para determinar el consumo personal, y que la interpretación queda a criterio del fiscal o juez interviniente.

Problemas de salud y situación actual

Los defensores también hicieron hincapié en el deterioro mental y emocional del abogado, atribuido a su adicción.
“Hay un problema de salud mental serio que nadie está viendo”, advirtió una fuente próxima a la causa.
El planteo agrega que, por la naturaleza del caso, Correa Otazú debería recibir tratamiento médico especializado en lugar de permanecer detenido.

El abogado continúa alojado en el Servicio Penitenciario de San Luis, en el pabellón destinado a imputados por causas federales, desde su detención el 29 de agosto.
Se estima que la Cámara Federal de Mendoza resolverá el recurso en las próximas semanas.

Javier Furlotti

Administrador VM Multimedia

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