Alina Arrascaeta, representante de la Fundación Valduvieco, alertó sobre el panorama crítico que atraviesan los prestadores de servicios para personas con discapacidad. En diálogo con La Mañana de Mercedes, expuso la falta de actualización de aranceles, los retrasos en los pagos y la parálisis del Consejo de Discapacidad.
La situación de los servicios destinados a personas con discapacidad se encuentra en un estado de emergencia. Así lo manifestó Alina Arrascaeta, referente de la Fundación Valduvieco, quien explicó que los prestadores están al límite debido a la combinación de montos desactualizados, falta de pagos regulares y la inactividad del órgano que debía articular soluciones: el Consejo de Discapacidad.
“Hace meses que los pagos no llegan, y cuando llegan, lo hacen con montos que ya no alcanzan para cubrir los costos más básicos de atención y acompañamiento”, detalló Arrascaeta. La desactualización de los aranceles impacta directamente sobre los equipos profesionales, los centros terapéuticos y las instituciones que, como Valduvieco, sostienen su tarea a pulmón.
Además, remarcó la discontinuidad de las reuniones del Consejo de Discapacidad, espacio donde históricamente se canalizaban las inquietudes del sector y se coordinaban acciones entre el Estado y las organizaciones. “Ese silencio institucional es también una forma de abandono”, subrayó.
La Fundación Valduvieco es una de las entidades que sigue trabajando a pesar del contexto adverso, pero sus referentes advierten que la falta de respuestas concretas podría derivar en la interrupción de servicios esenciales para muchas familias.
Desde la organización hicieron un llamado urgente a las autoridades provinciales y nacionales para que se reactive el diálogo, se regularicen los pagos y se actualicen los aranceles de forma inmediata.
“Esto no es solo una cuestión económica, sino una cuestión de derechos humanos. Las personas con discapacidad no pueden esperar”, concluyó Arrascaeta.
