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La Escuela Benito Juárez impulsa prácticas profesionalizantes y nuevos proyectos educativos: un modelo que integra teoría, oficio y comunidad

El móvil de La Mañana visitó la Escuela de Comercio Benito Juárez, donde su director, Flavio Rex Guzmán, detalló los avances, programas y proyectos que hoy atraviesan a una institución que crece en infraestructura, formación y producción educativa. Desde prácticas profesionalizantes hasta talleres interdisciplinarios, la escuela consolida un modelo que vincula teoría, práctica, oficio y participación comunitaria.


Prácticas profesionalizantes y nuevos convenios

Durante la recorrida, el director confirmó la firma de un convenio con el Colegio Nº 19 Rivadavia, mediante el cual estudiantes de esa institución visitan el taller de cocina y panadería de Benito Juárez para observar y participar de las prácticas.

Los alumnos de tercer año trabajan junto a la docente Virginia Domínguez en la elaboración de alimentos como cupcakes, pepas y bizcochitos, incorporando contenidos de matemática, lengua, bromatología, artística y ética dentro de un mismo proyecto.

“Los chicos no solo cocinan: aprenden proporciones, higiene, trabajo en equipo, etiquetado y diseño de packaging. Es un proceso interdisciplinario completo”, explicó Rex Guzmán.


El taller en acción: producción real, aprendizaje real

En el aula-taller, los estudiantes llevan la teoría a la práctica:
– Calculan proporciones y costos.
– Elaboran recetas completas.
– Diseñan etiquetas y envases.
– Trabajan normas de higiene y manipulación.
– Integran contenidos de múltiples materias.

El director destacó que el objetivo es que los estudiantes desarrollen herramientas reales para la vida cotidiana y laboral.


Una escuela que se transforma: comedor, huerta y economía circular

La institución atiende diariamente a 650 estudiantes, brindando desayuno y merienda a todos y almuerzo a unos 250 alumnos por día.
Ese trabajo se realiza en un comedor escolar que funciona con un sistema similar al universitario: cada estudiante retira su plato y participa del proceso educativo vinculado a la alimentación.

Además, la escuela impulsó:

  • Una huerta escolar con producción propia.
  • Elaboración de abono orgánico a través de humus de lombriz.
  • Proyectos de economía circular, reutilización y reciclado.
  • Murales y producción artística en todo el edificio.
  • Elaboración de productos cosméticos como aceite de romero y desodorantes artesanales.

Inclusión y extensión: talleres para jóvenes con discapacidad

La escuela firmó un acuerdo con la Secretaría de Discapacidad y una institución privada para dictar talleres de pastelería y panificación a jóvenes con capacidades diferentes, como parte de sus programas de extensión.


Inscripciones abiertas: mañana y tarde

El colegio mantiene abiertas sus inscripciones:
– Turno mañana: primero, segundo y tercer año.
– Turno tarde: ciclo superior (4°, 5° y 6°).
– Modalidad “Jóvenes”: para estudiantes de 15 años o más que desean retomar sus estudios.


Un nuevo desafío: la Plaza Joven

Otro de los proyectos en marcha es la Plaza Joven, un espacio verde que buscan desarrollar en un terreno fiscal ubicado detrás de la escuela.
Incluye forestación, limpieza, actividades culturales, huerta y aulas al aire libre.

“Queremos que los chicos puedan cruzar la calle y dar clases en un bosque de eucaliptos. Es educación en el territorio”, señaló el director.

Javier Furlotti

Administrador VM Multimedia

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