Hace un tiempo te mostramos la odisea de caminar por las veredas de la ciudad por la contaminación de vehículos estacionados para la venta. En ésta oportunidad retomamos el tema pero con la obstrucción provocada por las obras que toman el espacio público como propio.
Ni hablar de tener una discapacidad o un problema de motricidad, es imposible caminar sin tener que bajar a la calle porque quien se pone a cosntruir se adueña de las veredas y hasta de los estacionamiento frente al obrador.
La normativas?, las regulaciones?, las sanciones? parece ue nunca llegan y termina quedando en la queja de los vecinos que no encuentran solución.
La ordenanza es clara y especifica que como mínimo debe quedar un pasaje libre de obstaculos o desniveles de un metro de ancho para que una persona pueda circular con comodidad, pero………. del dicho al hecho……
