Servicios que no funcionan, falta de profesionales, falta de insumos, destrato permanentes con el personal, sueldos deprimidos y persecuciones son solo algunos de los motivos por los cuales el sistema de salud pública está a punto de hacer eclosión en la provincia.
Esto se le suma el pésimo manejo de la epidemia de dengue que ha superado la capacidad de contención y atención del sistema público evidenciando una falta de previsión total y por lo cual clínicas privadas han tomado la decisión de acondicionar espacios y poner a disposición de los enfermos espacios para contenerlos como así también los equipos de profesionales para acompañar a quienes cursan la enfermedad que en algunos casos resulta bastante complicada.
Siempre hemos sostenido en este espacio que la Salud Pública de San Luis estaba de pie, pero lamentablemente de un tiempo a esta parte el deterioro de la misma la puso de rodillas y la gestión de Claudio Poggi parece querer dejarla definitivamente tendida.
Recursos humanos, un punto crítico:
Si bien es cierto que hay especialidades que a nivel nacional e internacional son difíciles de encontrar desde la llegada de la ministra Mónica Spagnuolo parece ser que lejos de preservar a los profesionales se los ha dejado cesantes, en algunos casos se les rescindió el contrato, a otros no les informan nada o los bajaron de categoría y por si fuera poco también hay persecuciones por cuestiones políticas y según los cometarios en los pasillos “no quieren a nadie de la otra gestión”.
Esto ha generado la reacción de los profesionales de todos los sectores y nosocomios que a pesar de las amenazas se manifiestan permanentemente en contra de estas prácticas contra e personal, se suma la inacción de los Sindicatos que deberían defender los derechos de los trabajadores y lejos de eso hacen la vista gorda y los dejan solos en sus reclamos.
El interior es un caos:
Los hospitales del interior se han convertido en meras salas de primeros auxilios que solo reciben al paciente y lo terminan derivando a un hospital, por ejemplo “los nosocomios de Naschel, Tilisarao, Concarán, San Rosa y toda la zona norte terminan derivando al Santa Catalina de Merlo que termina colapsado porque además está diezmado de personal y de insumos” dijo a VM Multimedia un profesional de la zona.
Desde el sur de la provincia, Daract, La Toma , todas esas localidades terminan en el Juan Domingo Perón que está funcionando a media máquina por los problemas edilicios que arrastra de hace tiempo pero por el freno de mano puesto por la gestión que comanda Spagnuolo.
No hay presupuesto:
Es la frase que escuchan quienes reclaman al ministerio la provisión de insumos médicos, de limpieza y los neceseres para el funcionamiento diario de las instituciones.
“Pedimos elementos de limpieza e higiene y nos mandaron dos pares de guantes, cuatro sachet de lavandina y cuatro rollos de papel higiénico” relató sorprendido otro empleado de un hospital del norte provincial.
A todo lo expresado se le suma el reclamo permanente de pacientes y enfermos ante la falta de medicamentos de todo tipo y para patologías crónicas que no pueden discontinuarse pero que son imposibles conseguir en la salud pública.
Todo calladito:
Para los medios de difusión independientes es imposible acceder de manera presencial a los hospitales ya que no se nos permite ingresar sin pedir autorización al ministerio la cual no llega o llega mediante un comunicado por la consulta que se hace pero no se permite llegar al interior de las instituciones tal vez por miedo lo que se puede mostrar o lo que la gente que peregrina en los pasillos pueda decir, para muestras basta la directiva de no dar a conocer los casos de dengue bajo la excusa de no generar pánico en la población.
Seguiremos de cerca la evolución de este paciente que llamaremos Salud Pública y procuraremos sacar a la luz todas las cosas que atenten contra él y le impidan volver a ponerse de pie.
