Policiales

Le pegaron un tiro en la calle y no se dio cuenta

El joven estaba alcoholizado. Cuando el efecto de la bebida pasó, comenzó a sufrir el dolor del balazo.

Un joven, de apellido Alcaraz, continuaba internado en el hospital de Villa Mercedes. Tiene una herida de arma de fuego. Si bien su estado no reviste gravedad, los médicos lo mantenían allí, en observación, para controlar su evolución. El muchacho recibió el balazo durante la madrugada de ayer, pero recién unas horas después, a plena luz del día, se dio cuenta que había sido herido con un arma de fuego. La lesión provocada por el proyectil que entró en su cuerpo se hizo notar después de que el efecto del alcohol, que había bebido a lo largo de la noche, se esfumó.

En un principio, por la descripción que les hizo Alcaraz a los efectivos, no estaba claro si la bala había ingresado a su cuerpo y, si era así, si había salido o aún permanecía dentro, o si el plomo simplemente apenas alcanzó a rozarlo en un costado, sin lograr entrar a su organismo. Pero luego, cuando los médicos del policlínico lo revisaron, hallaron que tenía una perforación. Según una fuente, el tamaño de la lesión, de diminuto diámetro, podría coincidir con el provocado por una bala calibre 22.

El ataque ocurrió en Tallaferro e Hipólito Yrigoyen, en el barrio 960 Viviendas. En ese momento, Alcaraz llamó a la Policía y un par de patrulleros de la Comisaría 10ª se acercaron hasta donde estaba.

«El muchacho dijo que estaba con su hermano y, en un momento, llegaron otras personas con las que su hermano tenía problemas y lo agredieron», relató el informante. Cuando hablaba con los uniformados, les contó que sentía un dolor en el costado derecho de la cadera, pero jamás mencionó que lo habían herido.

Sin embargo, poco antes de las 11, volvió a llamar a los efectivos porque se había dado cuenta de que ese malestar que tenía había sido un balazo.

Hasta ayer, Alcaraz no había brindado mayores datos. Además, ya les anticipó a los policías que no tiene intenciones de denunciar la agresión.

Lo cierto es que el joven no es una persona desconocida para los uniformados. Pese a su edad, poco más de 20 años, tiene numerosos antecedentes por robos. De hecho, hace un par de años, cuando estaban vigentes las restricciones para circular debido a la pandemia, casi se mató al intentar sustraer unos cables de un tendido eléctrico. Se había subido a un poste de luz y, mientras trataba de robar los cables con una pinza, fue tomado por la corriente y cayó.

Javier Furlotti

Administrador VM Multimedia

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba