Lo trasladaron al penal acusado de intentar ingresar en 3 casas a robar. Se suicidó a las pocas horas

Ricardo López tenía 39 años. Lo trasladaron a la cárcel el viernes por tres tentativas de robo y atacar a mordiscos a una mujer policía en Villa Mercedes. Ya había tratado de quitarse la vida mientras estuvo en una comisaría y lo contuvieron.

Ricardo López fue trasladado al Servicio Penitenciario de San Luis la tarde del viernes. Imputado por intentar robar tres viviendas en una mañana, golpear a una de sus dueñas y atacar a una mujer policía cuando lo detuvieron. Mientras estuvo encerrado en un calabozo de una comisaría de Villa Mercedes dio sobradas pruebas de que no quería pasar ni un día tras las rejas. Según trascendió, trató de suicidarse varias veces, aunque no lo consiguió porque los efectivos lo impidieron. Pero, al parecer, apenas puso un pie en el Penal de San Luis logró su oscuro y triste objetivo: se quitó la vida.

López tenía 39 años y varios antecedentes penales. La mañana del viernes había sido imputado por los delitos de «Hurto en grado de tentativa», «Hurto calificado por escalamiento en grado de tentativa», «Robo calificado por escalamiento en grado de tentativa» y «Atentado contra la autoridad» y enviado a la cárcel por los siguientes dos meses mientras siguiera abierta la investigación en su contra.

Había sido detenido un rato después de tratar de ingresar a la última casa en la que quiso robar. Y, desde un primer momento, mostró resistencia al arresto. Una vez en la comisaría, según informó la Policía, atacó a mordiscos a una efectivo. «Casi le arrancó una oreja», comentó otra fuente.

Tras sus reiterados intentos de suicidio, el personal policial tuvo que «llevarlo bien esposado» para asegurarse de que no tratara de atentar contra su vida otra vez cuando se enteró de que le esperaban 60 días de prisión preventiva. Trascendió que en su familia ya pasaron por un episodio idéntico, porque López era cuñado de otro detenido, al que conocían con el apodo de «Piratita», quien también se habría ahorcado en la Comisaría 10°.

La seguidilla de robos que le valieron este último traslado al penal fue la mañana del jueves. Empezó a las 7:15, cuando el hombre trató de ingresar a un domicilio de calle Guido al 500. Como no pudo, alrededor de las 8, probó en una casa de Nelson al 600, pero tampoco lo consiguió.

Intentó en una tercera vivienda de Gobernador Besso, alrededor de las 8:15. Logró entrar y, cuando estaba por llevarse una bicicleta de allí, la dueña de casa lo advirtió. La mujer lo siguió para evitar que se fuera con su rodado y en eso López la tomó del cuello y le golpeó la cabeza contra la pared, repasaron los fiscales Daniela Torres y Alberto Orellana en la audiencia de imputación.

Gracias al registro de unas cámaras de seguridad, los policías de la Comisaría 10° y del Comando Radioeléctrico consiguieron ubicarlo y detenerlo en un domicilio de calle Landaburu y Buenos Aires.