Policiales

Muerte en el Ejército: piden que los militares acusados por el caso Chirino sean juzgados por «homicidio doloso»

El subteniente de 22 años murió luego de un «ritual de bienvenida». Hay 9 imputados que están en libertad.

Matías Ezequiel Chirino murió tras un festejo de bienvenida en el Ejército. Su padre acusa a los oficiales

La Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes resolverá la próxima semana si los nueve militares involucrados en la muerte del subteniente Matías Ezequiel Chirino (22) en el Grupo de Artillería de Monte 3 deberán responder por el delito de «homicidio simple«, tal como reclama la Fiscalía y la familia del joven cordobés.

Este martes, durante más de tres horas y media, los camaristas escucharon a las partes y pidieron un tiempo prudencial para poder estudiar el expediente y así poder resolver los planteos que realizaron tanto los abogados defensores de los procesados como el fiscal del caso y los querellantes.

El padre de Matías, Ezequiel Chirino, estuvo durante toda la audiencia. La semana pasada se había entrevistado con uno de los jueces y así pudo adelantar casi un mes la presentación de los alegatos de las partes.

Mientras los defensores insistieron en la inocencia de los nueve militares que organizaron y participaron del trágico ritual de bienvenida, en la gélida noche del 19 de junio del año pasado; los fiscales Carlos Schaefer y Fabián Martínez insistieron en encuadrar el caso en la figura del «homicidio doloso», que establece penas de entre ocho y 25 años de prisión.

Ezequiel Chirino (52), con la foto de su hijo Matías (22), el subteniente del Ejército que murió durante un ritual de iniciación.

El 10 de marzo pasado, el juez federal de Paso de los Libres, Gustavo Fresneda, procesó a los militares pero por el delito de «homicidio culposo» y decidió dejarlos en libertad mientras se continuaba con el proceso judicial. La resolución recayó sobre los capitanes Claudio Andrés Luna (35), Rubén Darío Ruiz (35) y Hugo Reclus Martínez Tarraga (34); los tenientes Darío Emmanuel Martínez (31), Exequiel Emmanuel Aguilar (31) y Franco Damián Grupico (26); los subtenientes Facundo Luis Acosta (26), Gerardo Sebastián Bautista (31) y Claudia Daniela Cayata (34).

Para Fresneda, la muerte de Chirino en el cuartel fue un hecho de imprudencia o negligencia. “En ningún momento se advierte que ninguno de los imputados haya tenido el ánimo o la intención de acabar con la vida de Chirino, de Chaile o Meza, ni tampoco se representaron la posibilidad de su muerte”, sostuvo el juez en el procesamiento por «homicidio culposo y abuso de autoridad», nueve meses después de ocurrido el hecho.

Chirino murió en la madrugada del 19 de junio del año pasado, unas horas después que se presentara en el Grupo de Artillería de Monte 3, en Paso de los Libres, su primer destino tras egresar de la Escuela Militar con el grado de subteniente de artillería. Había llegado junto a otros dos oficiales.Matias Ezequiel Chirino (22) murió tras un ritual de iniciación de vida militar en Paso de los Libres (Corrientes).

Cuando llegó al lugar, los oficiales más antiguos armaron un grupo de WhatsApp y comenzaron a presionarlos para que se presentaran en su destino dos días antes y pagaran la fiesta de bienvenida que finalmente se realizó en el Casino del cuartel.

Los tres subtenientes tuvieron que soportar diversos abusos por parte de los oficiales más antiguos: desde beber vino con sal hasta arrojarse a una pileta con agua a punto de congelación. Además, los obligaron a comer con la mano fideos hervidos mientras ellos disfrutaban del asado.

Pasada la medianoche, los tres subtenientes fueron alojados en una de las habitaciones del casino, sin suficiente abrigo y en estado de ebriedad. Ya de madrugada, Chirino sufrió un cuadro de broncoaspiración alimentaria y murió, situación que fue advertida por el oficial de servicio recién al amanecer.

Los fiscales sostuvieron ante los camaristas que las pruebas recolectadas hasta el momento indican que existió “relación de causalidad entre los abusos” que sufrió Chirino y su muerte. En la audiencia oral Schaefer destacó que los involucrados eran funcionarios públicos que debieron advertir la situación de peligro en la que estaban poniendo a los nuevos subtenientes.

Incluso comparó el hecho con el caso de Fernández Báez Sosa, porque algunos de los militares después de los abusos que cometieron se fueron al boliche o siguieron bebiendo cerveza en un bar de Paso de los Libres como si nada hubiera ocurrido.

Schaefer también sostuvo que la reunión que organizaron en el Casino era “ilegal” y que los tres nuevos subtenientes tuvieron que soportar todo tipo de vejámenes. Además, descartó que los involucrados puedan escudarse en la cuestionada figura de la obediencia debida.

Los fiscales sostuvieron los mensajes de WhatsApp incorporados a la causa muestran una premeditación de los imputados, que actuaron con desprecio por la vida de terceros. Y que todos los militares tuvieron el dominio de la situación esa noche y ninguno actuó para poner fin a los abusos.

Rodrigo Nahuel Alves

Redactor VM Multimedia

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