Mujer de 49 años denunció a su vecino parrillero por desfigurarla a golpes: «Tengo miedo de salir a la vereda de mi casa»
El conflicto comenzó por la colocación de «una parrilla al paso» en la vereda, sin habilitación, y el humo, que molestaba a la víctima. Luego de una discusión, ella y su hija fueron violentamente agredidas y ahora tienen miedo, después de varios meses de la denuncia.
Mujer de 49 añosdenunció a su vecino parrillero por desfigurarla a golpes: «Tengo miedo de salir a la vereda de mi casa».
Una mujer de 49 años denunció a su vecino, un parrillero a quien acusó de haberla agredido a golpes, luego de un conflicto que habría comenzado meses atrás, y que sigue vigente, por lo que teme por más agresiones: «Tengo miedo de salir a la vereda de mi casa», contó la víctima.
La denunciante, que prefirió preservar su identidad por miedo a represalias, explicó que el problema se originó por «una parrilla al paso» que el acusado colocó en la vereda de su casa, en 9 de Julio al 700, en el sur del Gran Buenos Aires, y que además, no contaría con habilitación.
«No podía ni lavar la ropa por el humo, no podía salir al patio y toda mi casa tenía olor a humo, era cosa de todos los días», explicó la damnificada, que recurrió a la Policía ante tal situación. Sin embargo, la respuesta de las autoridades no fue la esperada.
Indignada, la mujer tomó la justicia por sus manos, y trató de apagar el fuego de la parrilla de sus vecinos con un balde de agua, lo que originó una batalla campal, de la que ella y su hija de 27 años terminaron lesionadas con varios golpes en el rostro y diferentes partes del cuerpo.
Ella hizo la denuncia correspondiente, y la causa, que fue caratulada como «lesiones leves», tramita en una fiscalía que desestimaron su caso como violencia de género, lo que provocó más malestar en la víctima. «Cómo no es mi pareja, me puede pegar tranquilamente cualquiera, que yo no voy a ser víctima de violencia de género», criticó.
«Es una persona violenta, primero traté de hablar con él, pero su respuesta siempre fueron insultos y amenazas», recordó sobre el conflicto, que tuvo su episodio más grave en octubre pasado, cuando terminó desfigurada por los golpes, aunque los problemas continuaron.
La mujer está desesperada, porque teme por ella, su hija y su nieto menor de edad, quien «tiene que vivir encerrado y no puede ni salir al patio».