“Municipio fundido”: Poggi se interiorizó sobre el estado crítico en que asumió el nuevo Intendente de Beazley

El gobernador Claudio Poggi mantuvo una reunión de trabajo en la localidad de Beazley con el flamante intendente Javier Díaz, quien expuso el grave estado de abandono y colapso financiero en el que recibió el Municipio tras la salida de la gestión anterior. La situación es tan crítica que el edificio comunal permanece sin suministro eléctrico por falta de pago.
La visita del mandatario provincial se realizó este viernes y contó con la participación del equipo de gobierno local, funcionarios provinciales y la diputada Eugenia Gallardo. Debido al corte de energía, el encuentro no pudo realizarse en la sede municipal y debió trasladarse a un salón provincial.
“Quería visitarlo aquí, en el mismo Municipio, pero no nos pudimos reunir porque tiene la luz cortada desde hace ya un tiempo”, explicó Poggi, quien señaló que el intendente le presentó un informe detallado del desastre heredado.
Según precisó el Gobernador, el Municipio fue recibido sin herramientas, sin equipamiento, con apenas 95.000 pesos en la cuenta bancaria y un sinnúmero de cheques girando, además de una importante acumulación de deudas. “Es una situación muy grave, que va a costar remontar, pero no tengo dudas de que así será”, afirmó.
Durante la reunión, Poggi y Díaz repasaron los temas prioritarios para la localidad, entre ellos el abastecimiento de agua, el sistema de cloacas y la falta de convenios con la Provincia que la gestión anterior no había firmado, como el programa “Construyendo con tu Pueblo”, que permite avanzar en obras y soluciones habitacionales.
El Gobernador adelantó que antes de fin de año volverá a Beazley con su equipo para una segunda reunión de trabajo, con el objetivo de diagramar los pasos concretos para la recuperación del pueblo. “Queremos que Beazley y sus vecinos despeguen definitivamente y progresen”, aseguró.
Un diagnóstico crudo del nuevo intendente
Por su parte, el intendente Javier Díaz no ocultó la magnitud del problema y describió al Municipio como “un estado deplorable”, tanto en lo financiero como en infraestructura y servicios.
Enumeró deudas millonarias, un parque automotor inutilizable, inmuebles deteriorados, calles en mal estado, cloacas colapsadas, alumbrado público sin funcionamiento y obras inconclusas en la avenida y la plaza central. “No hay herramientas, no hay equipamiento. No puedo tomar gente si no sé con qué la voy a pagar ni qué los voy a poner a hacer, si ni siquiera hay una pala”, sostuvo.
Uno de los puntos más críticos es el servicio de agua potable, cuya infraestructura no alcanza para cubrir la demanda diaria. “Las cisternas se vacían”, explicó Díaz, y detalló que actualmente se realizan cortes nocturnos para intentar sostener el suministro durante el día.
El jefe comunal reconoció que este verano la situación seguirá siendo compleja, aunque se mostró optimista de cara al futuro: aseguró que, con las obras necesarias, para el próximo verano el problema del agua estará solucionado.
Finalmente, Díaz pidió paciencia a los vecinos mientras se ordena la administración y se ponen en marcha nuevas gestiones, como la futura construcción de viviendas que permitirá generar empleo local. “Esto va a mejorar, pero tenemos que tener paciencia mientras nos organizamos y creamos nuevas cosas”, concluyó.



