Perdieron a su hijo y ahora deberán esperar un año para que se juzgue a los asesinos
Esther Escobar y Cristian Muñoz debieron afrontar la cruda realidad de perder un hijo Jesús, a manos de asesinos que para robarle lo apuñalaron. Luego del calvario de revivir todo lo ocurrido en las audiencias la causa fue elevada a juicio pero sin embargo el proceso por el cual se debe juzgar a los tres imputados se pospuso dos veces y en una tercera lo hicieron hasta febrero del 2025 a un año del incidente. Los padres hablaron con VM Multimedia y te compartimos la nota.
El 16 de octubre, Isaías Sebastián Suárez, Rodrigo Exequiel Chilote y su hermano Jonathan Moreno comenzarían a ser juzgados por asesinar a puñaladas al joven de 28 años, para robarle su moto y su celular, en una plazoleta del barrio Mil Viviendas. Lamentablemente la justicia pospuso el juicio para febrero del 2025 por el colapso de las causas.
Isaías Sebastián Suárez, Rodrigo Exequiel Chilote y su hermano Jonathan Moreno, los acusados por asesinar a Jesús Horacio Muñoz en medio de un asalto en una plaza del barrio Mil Viviendas de Villa Mercedes, hubieran comenzado a ser juzgados por ese crimen el 16 de octubre. Llegaron hasta esta instancia de debate oral con un pedido de pena de prisión perpetua, la más severa del Código Penal.
Los jóvenes están imputados por «Homicidio criminis causa en concurso real con robo calificado por el uso de arma, en poblado y en banda». De acuerdo a lo que informaron los voceros judiciales, el tribunal que los juzgará estará integrado por los jueces Virna Eguinoa, Daniela Estrada y Sebastián Cadelago Filippi, y el fiscal que intervendrá será Ernesto Lutens.
El crimen sucedió la madrugada del 25 de febrero. Muñoz vivía con sus padres, en el barrio Obras Sanitarias, pero en ese momento estaba con su novia, en una plazoleta del complejo Mil Viviendas, entre calles Juan B. Díaz y Jujuy. Habían llegado hasta ahí en su moto. De repente, tres delincuentes en una motocicleta se les acercaron.
Según la reconstrucción hecha por la fiscalía, los tres se bajaron y se les arrimaron uno por uno a la joven. Le exigieron que les entregara sus pertenencias. Primero la intimidaron con palabras, hasta que uno de ellos sacó un cuchillo. Fue entonces cuando Muñoz intervino. Apartó con su brazo a su novia, le dijo que fuera a buscar ayuda y trató de defenderse de los delincuentes.
Pero fue poco lo que pudo hacer, porque lo superaban numéricamente. Uno lo golpeó con un casco y otro le dio trompadas y patadas. Así consiguieron tirarlo al suelo. Una vez en el piso, uno de los asaltantes, de acuerdo a la hipótesis fiscal sería Moreno, se le acercó y con un arma blanca, que tapaba con una remera, lo apuñaló en un brazo y en el corazón. Muñoz agonizó seis horas en el hospital; el último puntazo, ese que fue al corazón, le causó la muerte.