Postergó la carrera de medicina para criar a sus hijos y la Justicia de Neuquén ordenó que su ex la compense

La Justicia de Neuquén dispuso que una mujer reciba una compensación económica de su exesposo tras el divorcio, al considerar el “desequilibrio patrimonial” generado por su dedicación al cuidado de sus hijos.
La sentencia, dictada este miércoles 9 de julio por la jueza de Familia Natalia Machado, reconoció que la mujer, quien había avanzado un 93% en su carrera de medicina en la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), pausó sus estudios para priorizar la crianza, mientras su exmarido consolidó una exitosa carrera en la industria petrolera.
La demandante, madre de dos hijos, dedicó 16 años al cuidado del hogar y la familia, lo que le impidió completar su formación médica y acceder a un empleo formal. En contraste, su exesposo obtuvo 19 certificaciones laborales, realizó viajes al exterior para capacitarse y aseguró un salario estable con obra social y jubilación. La jueza Machado destacó que esta disparidad no es solo económica, sino también estructural, ya que “los roles de cuidado recaen desproporcionadamente en las mujeres, limitando sus oportunidades laborales y de desarrollo personal”.
El fallo, confirmado por la Cámara Civil con los votos de Patricia Clérici y Pablo Furlotti, establece que la compensación económica busca corregir el perjuicio causado por el proyecto familiar compartido y su ruptura, no igualar patrimonios ni mantener el nivel de vida previo. “No se trata de una falta de compromiso, como sugirió el demandado, sino de una elección responsable en un contexto que asigna a las mujeres el peso del cuidado”, subrayó Machado. El hombre, que apeló la decisión, deberá abonar una suma aún no especificada, determinada según los criterios del Código Civil y Comercial.
Organizaciones feministas celebraron la sentencia como un paso hacia el reconocimiento de las desigualdades estructurales que enfrentan las mujeres tras el divorcio. Mientras tanto, el debate sobre la compensación económica gana fuerza en un país donde los roles tradicionales aún impactan las trayectorias profesionales femeninas.