
Con el fin del congelamiento salarial, cada senador nacional percibirá entre $6,5 y $7 millones en mano. El costo total de las dietas supera las 1.700 jubilaciones mínimas con bono.
A partir de mayo, los senadores nacionales comenzarán a percibir más de 9 millones de pesos brutos mensuales, tras el vencimiento del congelamiento salarial el pasado 31 de marzo. La suba se aplicó automáticamente al estar atada a la paritaria de los trabajadores legislativos, y no fue debatida ni prorrogada en el recinto.
En términos netos, es decir, lo que recibirán en mano, los senadores cobrarán entre $6.500.000 y $7.000.000, una cifra que equivale a entre 18 y 20 jubilaciones mínimas, si se incluye el bono previsional de $70.000 que otorga el Gobierno nacional por decreto.
La jubilación mínima sin bono será de $296.481,74 desde mayo, según lo establecido en la resolución 211/2025 publicada en el Boletín Oficial. Con el bono, el haber mínimo asciende a $366.481,74.
Un sueldo que equivale a más de 25 jubilaciones mínimas
Con estas cifras, el sueldo bruto de un senador nacional representa el equivalente a 30 jubilaciones mínimas sin bono, o 25 si se incluye el bono. En cuanto al ingreso neto, las cifras se reducen a 22 jubilaciones mínimas sin bono, o entre 18 y 20 con bono.
Un gasto total que supera los $648 millones
Actualmente, el Senado cuenta con 72 miembros, lo que implica que el gasto mensual total en concepto de dietas ronda los $648.000.000. Esa cifra equivale a:
1.768 jubilaciones mínimas con bono
2.187 jubilaciones mínimas sin bono

Sin debate y con aguinaldo extra
El aumento se concretó sin debate parlamentario. La vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, había intentado incorporar el tema en la sesión del 12 de diciembre de 2024, pero no logró consenso entre los jefes de bloque. En ese momento, se firmó un decreto para prorrogar el congelamiento hasta el 31 de marzo de 2025.
Una vez vencido ese plazo, y sin que se renovara la medida, los nuevos sueldos comenzaron a liquidarse automáticamente, siguiendo el ajuste correspondiente a la paritaria de los trabajadores del Congreso.
En abril, además, los senadores aprobaron un nuevo esquema de módulos salariales que elevó aún más sus ingresos. Entre esos cambios se incluyó una «dieta número 13», similar a un aguinaldo, que se suma al haber anual.
Un nuevo foco de polémica
En un contexto económico complejo, con inflación persistente y salarios deteriorados, la decisión de no frenar el aumento generó una fuerte polémica. Mientras millones de jubilados cobran menos de $370.000 mensuales, los representantes del Senado volvieron a quedar en el centro del debate público por el alto costo de sus dietas.