Marcos Rojo ya vive el día a día en Racing y, en su llegada a Uruguay para disputar los octavos de final de la Copa Libertadores, fue recibido con afecto por los hinchas. Sin embargo, también escuchó un pedido tan particular como polémico: “Rompelo a Salas”.
La frase, surgida entre saludos y fotos, refleja el enojo de un sector de la hinchada con Maximiliano Salas, delantero que dejó el club para sumarse a River Plate tras ejecutar su cláusula de rescisión de ocho millones de euros. Su salida estuvo marcada por mensajes en redes sociales con críticas a la dirigencia encabezada por Diego Milito, que tensaron aún más la relación con el público académico.
Aunque Rojo se rió del comentario y siguió saludando, la escena dejó en claro que todavía persiste el resentimiento de la hinchada hacia el atacante, ahora rival directo en el torneo local y en la Copa Libertadores.
El defensor, que llegó a Racing tras dejar Boca, no podrá disputar el Torneo Clausura, pero se prepara para ser parte del plantel en 2026 y en las competencias en las que el equipo de Gustavo Costas sigue en carrera, como la Copa Argentina y la Libertadores.
