El MundoOpinión por Andrés Vallone

Trump regresa a la Casa Blanca, ¿nace un nuevo orden mundial?

Los posibles impactos globales del regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, destacando su enfoque proteccionista y antiglobalista.

Por Andrés Vallone

El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos promete un cambio drástico en el panorama global. Su asunción ocurre en un contexto más complejo que en 2016, con dos guerras activas —Ucrania y Medio Oriente— y un creciente conflicto geopolítico entre Estados Unidos y China. Según datos del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), el gasto militar global alcanzó los 2,24 billones de dólares en 2023, con Estados Unidos liderando con el 39% del total. Trump deberá navegar estas aguas turbulentas con una visión proteccionista y anti-globalista que desafía el statu quo.

Ucrania y el desafío de un Acuerdo

Trump ha criticado duramente el papel de la OTAN en la guerra de Ucrania, señalando que “conmigo, esta guerra nunca habría comenzado”. Bajo su mandato, es probable que se reduzca el apoyo financiero y militar a Kiev, un factor que podría obligar a Ucrania a aceptar una redistribución territorial en favor de Rusia. Sin el respaldo de Washington, el presupuesto militar de Ucrania —que representa más del 20% de su PIB en 2023— será insostenible, consolidando la influencia rusa en Europa del Este.

Europa en la encrucijada

La posible retirada de Trump del apoyo irrestricto a la OTAN podría dejar a Europa en una crisis estratégica. Emmanuel Macron ha pedido mayor autonomía para la Unión Europea, pero la falta de liderazgo sólido, tras la salida de Angela Merkel, dificulta esta transición. Al mismo tiempo, el ascenso de partidos radicales en Alemania y Francia amenaza con fracturar aún más al continente. Mientras tanto, líderes como Viktor Orbán en Hungría podrían promover una reconciliación entre Washington y Moscú, acentuando las divisiones internas de la UE.

Oriente Medio y la alianza con Israel 

En Oriente Medio, Trump enfrenta un conflicto aún más complicado. Su relación con Benjamín Netanyahu sugiere un respaldo incondicional a Israel, cuya coalición de gobierno depende del conflicto con los aliados de Irán. Desde 2020, el gasto militar israelí ha crecido un 7%, alcanzando los 23.400 millones de dólares, pero la presión internacional para limitar los ataques en Gaza será un desafío para Trump, que deberá equilibrar su apoyo histórico con la estabilidad regional.  

América Latina, la incógnita del Sur  

En el sur del continente, Trump parece enfocado en los temas migratorios, especialmente con México y Centroamérica. Sin embargo, su política hacia Venezuela, más pragmática que ideológica, buscará garantizar la estabilidad económica, especialmente para empresas como Chevron, que en 2023 renovó contratos por 3.000 millones de dólares con el gobierno de Maduro. Esto plantea un escenario más de negociación que de confrontación directa con Caracas.

China, la inevitable confrontación  

La tensión con China será un tema central. En 2023, el comercio bilateral alcanzó los 690.000 millones de dólares, pero con un déficit de 383.000 millones en contra de Estados Unidos. Trump, con su enfoque proteccionista, buscará reducir esta brecha mediante aranceles más agresivos, lo que probablemente exacerbe las tensiones comerciales y tecnológicas entre ambas potencias.

América Latina en el Nuevo Orden

El rol de líderes como Javier Milei en Argentina o Jair Bolsonaro en Brasil será limitado. Aunque Milei busca alinearse con la agenda de Trump, Estados Unidos ha dado señales de que Argentina no será una prioridad estratégica. En cambio, Brasil, bajo Lula, continuará como un actor clave en los BRICS, aunque el regreso de Bolsonaro al escenario político, impulsado por presiones externas, podría cambiar las dinámicas regionales.

Orden Mundial, más fragmentado

El segundo mandato de Trump podría acelerar la transición hacia un mundo más multipolar y fragmentado. Su enfoque anti-globalista priorizará acuerdos bilaterales por encima de estructuras multilaterales, como el Pacto de París o la ONU. En este contexto, la rivalidad con China, la presión sobre Europa y la reconfiguración de alianzas en Oriente Medio definirán una nueva era de tensiones y realineamientos geopolíticos.

Javier Furlotti

Administrador VM Multimedia

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