Un fotógrafo entre la vida y la muerte trás recibir un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza

Pablo Grillo, un fotógrafo independiente de 35 años, lucha por su vida en el Hospital Ramos Mejía tras recibir un impacto de gas lacrimógeno en la cabeza durante una manifestación frente al Congreso.
El incidente ocurrió el miércoles 12 de marzo, mientras Grillo cubría una protesta de jubilados que terminó en enfrentamientos con la Policía Federal. Las imágenes, captadas por testigos, muestran al reportero gráfico cayendo tras el disparo directo a corta distancia, lo que le provocó una fractura de cráneo y pérdida de masa encefálica.
Grillo, oriundo de Lanús y conocido por su trabajo documental, fue intervenido quirúrgicamente de urgencia y permanece en terapia intensiva con pronóstico reservado. Su familia, encabezada por su padre Fabián Grillo, lanzó un pedido desesperado de donantes de sangre para sostenerlo. “Mi hijo estaba trabajando, no era un violento”, afirmó Fabián, rechazando las declaraciones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien lo identificó como “militante kirchnerista” y defendió el operativo policial.
La represión dejó un saldo de 124 detenidos y múltiples heridos, en medio de un clima de tensión por el ajuste a las jubilaciones. Organizaciones de derechos humanos y gremios de prensa repudiaron el accionar de las fuerzas de seguridad, exigiendo una investigación. Mientras tanto, la salud de Grillo sigue siendo el foco de atención, con sus allegados y colegas aguardando un milagro.