
Gremios docentes de universidades nacionales iniciarán este lunes un paro de actividades por una semana, en una medida que tendrá un fuerte impacto en la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) y en la Universidad Nacional de Villa Mercedes (UNViMe). En la Universidad Nacional de los Comechingones (UNLC), con sede en Villa de Merlo, el paro se realizará solo el lunes.
La Asociación de Docentes Universitarios (ADU), con representación en la UNSL e integrante de la federación nacional Conadu Histórica, comunicó que la huelga se extenderá hasta el sábado (el viernes es feriado) y que forma parte de un plan de lucha que incluye futuros paros de 48 horas semanales en días rotativos. Entre los motivos señalaron la falta de aumentos salariales en los últimos dos meses y que gran parte de los docentes perciben ingresos por debajo de la canasta básica, estimada en $1.128.398. También denunciaron más de 10 mil renuncias en el sistema universitario argentino en el último tiempo.
En paralelo, el Sindicato de Docentes e Investigadores Universitarios de San Luis (Sidiu), también con presencia en la UNSL y adherido a Conadu, ratificó su participación en el paro. El gremio difundió un estudio estadístico que revela que el 35,7% de los hogares conformados por dos docentes de la UNSL pertenecen a la clase baja —de los cuales un 6% están en la pobreza—, un 58,5% son de clase media baja y solo un 5,7% acceden a la clase media. Reclaman, además, una mayor inversión en universidades, áreas de ciencia y tecnología, y políticas que frenen el deterioro salarial.
En la UNViMe, la Asociación Gremial de Docentes e Investigadores también confirmó su adhesión, sumándose a la protesta nacional.
Por su parte, otras federaciones optaron por un paro de 24 horas para este lunes. Entre ellas se encuentran Fatun —que nuclea a los no docentes y de la que forma parte la Asociación del Personal de la Universidad Nacional de San Luis (Apunsl)— y Fedun, a la que están adheridos los gremios Adunco (docentes) y Attunco (no docentes) de la UNLC.
En un comunicado conjunto, estas organizaciones señalaron que la medida responde a la negativa del Gobierno nacional de convocar a paritarias, a la política de aumentos por debajo de la inflación y a la falta de incrementos en el presupuesto universitario para gastos de funcionamiento y becas estudiantiles.
Las medidas de fuerza llegan en un contexto de fuerte tensión entre el sector universitario y el Poder Ejecutivo nacional, con reclamos que combinan la defensa del salario, la preservación del financiamiento y el rechazo a lo que consideran un “proceso de vaciamiento” de las instituciones públicas de educación superior.