Policiales

Villa Mercedes: desmantelan una poderosa banda narco con vínculos familiares y nexos regionales

Una investigación de seis meses permitió desarticular una red criminal que distribuía cocaína en distintos barrios de Villa Mercedes. Hay 12 detenidos, 4 prófugos y un amplio secuestro de drogas, armas, dinero y vehículos. Se sospecha que vendían por lo menos 6 kilos por semana.

El juez federal Juan Carlos Nacul confirmó este jueves que logró “descabezar” dos organizaciones narco que operaban principalmente en Villa Mercedes y que tenían vínculos operativos en la localidad de Merlo. La investigación se desarrolló durante seis meses e incluyó seguimientos, escuchas telefónicas, imágenes fílmicas y denuncias anónimas que permitieron trazar la estructura de una red dedicada al narcotráfico y al lavado de dinero.

En total, se realizaron más de 30 allanamientos en simultáneo el pasado 21 de mayo, ejecutados por el Escuadrón de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales Buenos Aires de Gendarmería Nacional y la División Lucha Contra el Narcotráfico (UROP II) de la Policía de San Luis. Los operativos se concentraron en barrios populares como Eva Perón 1 y 2, donde la organización distribuía semanalmente hasta seis kilos de cocaína.

Nueve de los detenidos fueron indagados este jueves entre las 15 y las 18 horas. Todos son oriundos de Villa Mercedes y mantienen vínculos de parentesco, ya sea de sangre o por conyugalidad. El juez Nacul ordenó el traslado de todos al Servicio Penitenciario Provincial, mientras que otros tres acusados serán indagados este viernes. Hay al menos cuatro prófugos con órdenes de captura vigentes, ubicados en los escalones operativos más bajos de la organización.

Entre los líderes señalados por el juez se encuentran Juan Carlos Insúa, Héctor Raúl Ramayo y Natalia Maricel Amar, quienes fueron detenidos el 19 de junio del año pasado en La Punilla cuando regresaban de Buenos Aires con cocaína en su poder. Desde entonces, permanecen con prisión preventiva. Nacul sostuvo que las sustancias eran adquiridas a cárteles peruanos y que incluso en aquella provincia se realizaron procedimientos simultáneos por tratarse de “coautores” en la cadena criminal.

Según estimaciones judiciales, el jefe de la banda recibía hasta seis kilos semanales de cocaína. Tomando como referencia un valor de $15.000 por gramo en el mercado ilegal, el movimiento financiero sería de varios millones de pesos por semana. La droga era fraccionada y vendida en distintos puntos clandestinos —o «kioscos»— de los barrios donde se desarrollaban las operaciones.

Los secuestros: drogas, armas, dinero y tecnología

Los allanamientos dejaron un saldo contundente: en la mayoría de las viviendas se incautaron estupefacientes (cocaína, marihuana y plantas de cannabis sativa), así como una gran variedad de elementos utilizados para el fraccionamiento y la comercialización.

Se secuestraron además 50 teléfonos celulares que serán peritados, chips, anotaciones manuscritas, balanzas de precisión, recortes de nylon y una cantidad importante de dinero en efectivo, tanto en pesos como en moneda extranjera (dólares y reales).

El despliegue también permitió encontrar una escopeta calibre 16, dos carabinas calibre 22 largo con miras telescópicas, cuatro rifles de aire comprimido, una máquina contadora de billetes y al menos tres sistemas de videovigilancia con cámaras de circuito cerrado.

En cuanto a vehículos, la banda poseía una flota llamativa: cinco motocicletas, cinco camionetas (entre ellas una Ford F100, una Toyota Hilux, una Fiat Toro, una Ford F150 y una Volkswagen Amarok) y tres autos (Renault Duster, Ford Focus y Renault Megane).


“Un hecho inédito en San Luis”

En diálogo con la prensa, el juez Nacul subrayó el alcance del operativo: “Esto nunca se había visto en la provincia. El ingreso de droga a Villa Mercedes es un hecho real, y hoy tenemos dos estructuras criminales completamente desarticuladas. Hay más medidas de prueba en marcha, y creemos que aún podríamos dar con más cargamentos”.

Con los líderes presos, parte del dinero incautado, y decenas de elementos tecnológicos que podrían contener más pruebas, el juzgado federal de Villa Mercedes se prepara para una nueva etapa: la definición de las prisiones preventivas y la posible ampliación de la causa con nuevas imputaciones.

“Fue una investigación seria, prolija y silenciosa, como exige el tratamiento de delitos complejos”, concluyó el magistrado.

Javier Furlotti

Administrador VM Multimedia

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